El subsecretario Miranda no canceló; el muerto no es suyo
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Recuperé ayer aquí la narrativa de la Ceteg sobre los hechos violentos del martes 24 en Acapulco. Dije que era apabullante.
A grandes rasgos, según la Ceteg, el subsecretario de Gobernación, Luis Miranda, les canceló por motivos de agenda una reunión programada con dos semanas de anticipación. En respuesta al desaire, se inconformaron y marcharon por la zona Diamante. Horas más tarde, decidieron avanzar al aeropuerto, pero toparon con la Policía Federal. Se dio un enfrentamiento, donde murió un maestro jubilado y minusválido de 65 años, Claudio Castillo Peña. Su muerte sería un nuevo incentivo de lucha. Y sería el muerto del subsecretario Miranda.
Algo no amarraba, sin embargo. ¿Era posible que el subsecretario Miranda cancelara por motivos de agenda? Pregunté en la Secretaría de Gobernación y me informaron que él no canceló: la Ceteg le pidió que no asistiera. Esta es la narrativa oficial. Suena muy consistente:
* En efecto, la reunión con la Ceteg estaba programada para el 24 en Acapulco. Pero el líder de la Coordinadora, Ramos Reyes, le dijo al subsecretario Miranda que mejor no viajara. Ramos Reyes sabía que había riesgo de que las cosas se descompusieran. Incluso le ofreció a Miranda reprogramar el encuentro para el viernes 27 en la Ciudad de México. El funcionario le tomó la palabra. Como también vería en Acapulco a los padres de los jóvenes de Ayotzinapa, reprogramó esa otra cita. Hoy deberá recibirlos en Bucareli.
Lo que en todo caso la Secretaría de Gobernación no calculó fue el tamaño de la fractura en la Ceteg. La marcha acordada por el Boulevard de las Naciones transcurrió sin mayores incidentes. La instrucción era levantarla a las dos de la tarde. Pero cuatro líderes de la comisión política se rebelaron, mantuvieron el bloqueo y ordenaron caminar al aeropuerto. Uno de esos cuatro, Manuel Salvador Rosas, construyó la narrativa que referí ayer aquí. Para el registro, los otros son: Walter Emanuel Añorve, Antonia Morales y Arturo Moctezuma Gutiérrez.
—Por supuesto que Guerrero es una prioridad, es impensable que cancele por motivos de agenda –me dice el subsecretario Miranda—. Llevo mucho tiempo yendo prácticamente todos los martes. El 24 me iba a reunir con ellos, pero también con los padres de los jóvenes de Ayotzinapa, con organizaciones comunitarias y otros grupos. Me pidieron no ir, reprogramamos y por eso no fui.
A seguir reporteando, pues. A tratar de hacer comprensible lo que pasó. Por lo pronto, y frente a versiones tan discrepantes, retiro la expresión de que el primer muerto post-Ayotzinapa es el muerto del subsecretario Luis Miranda. Si él no canceló, no puede ser su muerto.
MENOS DE 140 ¿Gubernaturas o Congreso?, le volvieron a preguntar al presidente Peña Nieto. Congreso, volvió a ser la respuesta.
