El Justiciero
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Cuando menos quince años fueron los que el actor afroamericano dos veces ganador del Oscar, Denzel Washington, hizo una prolífica mancuerna con el director inglés Tony Scott como héroe de acción.
Esta comenzó a partir del thriller “Marea Roja” (“Crimson Tide”), de 1995, donde compartió créditos con otro dos veces ganador de la estatuilla como el primer actor Gene Hackman y se siguió con “Hombre en Llamas” (2004); “Deja Vu” (2006); “Rescate del metro 123” (2009) para concluir en 2010 con “Imparable”, puesto que con el trágico suicidio del cineasta en agosto de 2012 Washington se quedó sin ese gran realizador del género que le dio algunos de los más importantes éxitos.
Pero justo cuando parecía que Washington solo podía lucirse en solitario protagonizando poderosos dramas como “El Vuelo” (2012), que le dio su más reciente nominación a un Oscar, al actor se le ocurre la nada descabellada idea de volver a reunirse con el director también de color Antoine Fuqua, bajo cuyas órdenes ganó el segundo Oscar de su filmografía para también producir la adaptación de una poco recordada serie de televisión de los años 80 titulada “El Justiciero” (“The Equalizer”) que le acaba de dar el pasado fin de semana que se estrenó de manera simultánea con México la tercera película más taquillera de su filmografía.
“El Justiciero” cuenta la historia de un hombre solitario de nombre Robert quien de día trabaja en un supermercado de artículos para el hogar y de noche su principal pasatiempo es ir a tomarse un café y un pedazo de pastel a un pequeño restaurant del centro de Boston en donde platica esporádicamente con una joven prostituta de origen ruso Alina (Chloe Grace Morentz).
Al pasar los días y no saber de Alina, Robert se entera de que sufrió una golpiza por parte de su padrote que la ha llevado al hospital. Al ser la única conexión afectiva con la que Robert parece contar fuera de sus amigos del trabajo se revela como una especie de vengador cuando, al ofrecer una buena cantidad de dinero al proxeneta y este negarse tras humillarlo, los mata a él y sus guardaespaldas sin imaginarse que eso desatará una cacería en su contra puesto que es apenas la punta de un gran iceberg de una red de corrupción rusa.
Formado en los videos musicales de los cuales se recuerda particularmente el “one hit wonder” de los 90 del rapero Coolio “Gangsta’s paradise” para la película “Mentes Peligrosas”, Antoine Fuqua tuvo su punto más alto como cineasta en 2001 al dirigir a Denzel Washington y Ethan Hawke en la mencionada “Día de Entrenamiento”, para a partir de ahí convertirse en un eficiente artesano del género de la acción cuyo más reciente trabajo anterior a “El Justiciero” que fue “Olimpo Bajo Fuego” (2013), lo terminó de consolidar como un gran realizador de este género.
Por ello es que “El Justiciero” cumple como película palomera que a final es, ya que en ese sentido es más parecido al antihéroe que interpretó al Charles Bronson en el clásico “El Vengador Anónimo” (Michael Winner, 1974) que al más complejo que hizo Robert De Niro en esa obra maestra titulada “Taxi Driver” (Martin Scorsese, 1976) a pesar de la conexión con la prostituta adolescente que hay en ella puesto que todo eso pasa a segundo plano ante los villanos políticamente correctos que son rusos.
Comentarios a: alfredogalindo@hotmail.com; Blog: alfredogalindo.com; Twitter: @AlfredoGalindo