El dilema del gas shale
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A veces es mejor vivir entre la escasez, pero con dignidad
El cuerno de la abundancia, como se ha identificado románticamente el aspecto geográfico-territorial de México, me hace pensar en imágenes de lugares que han padecido escasez y de pronto se descubre que tienen un recurso valioso.
Pienso en las pequeñas y casi rupestres comunidades árabes aisladas en medio del desierto que se transformaron en ricos emiratos por la descubierta riqueza petrolera de su subsuelo, y que ahora no tienen mayor identidad que la que puede ofrecerles el dinero.
También pienso en los pequeños pueblos del noreste mexicano que en estos momentos encaran un dilema de carácter ético ambiental ante la inminente exploración y explotación del gas shale que fracturará las piedras lutita de su subsuelo, y podría fracturar también su tejido social y e identidad cultural.
Hay un enorme desconocimiento por parte de los actores sociales y entidades económicas locales que deberán tomar decisiones en relación a las propiedades que rentarán a empresas trasnacionales o a PERFORACIÓN PEMEX, que a su vez contratarán a empresas perforadoras para obtener gas shale a cinco kilómetros de profundidad, fracturando bancos de piedras lutita con una potente inyección de millones de litros de agua mezclada con más de doscientas cincuenta sustancias químicas, tecnología llamada fracking.
El viernes pasado acudí a una reunión en la Asociación Ganadera de Sabinas Hidalgo. Componían la audiencia doscientas personas, entre ganaderos, agricultores y ejidatarios del municipio anfitrión, de Vallecillo, General Bravo, Lampazos y de Bustamante Nuevo León.
De acuerdo al diputado federal Héctor García García, Presidente de la Comisión Especial de la Cuenca de Burgos âquien mucho ponderó las bondades del frackingâ, comentó que para enero del próximo año se tendrá la presencia de personas en cientos de camionetas con el interés de negociar la compra o renta de terrenos, y que había que estar atentos ante los acaparadores de tierra que estaban adquiriendo propiedades a precios bajos. García dijo que era la cuarta reunión que se verificaba.
Comentó que las poblaciones de la región se iban a aumentar en miles de personas que requerirían servicios de salud, comerciales, hospitalarios, citando que el nosocomio en Sabinas Hidalgo, recién inaugurado, pronto requeriría ampliaciones. Dijo que el manejo de PEMEX con propietarios de terrenos con yacimientos de petróleo no había sido correcto, pues se había dado mejor trato a los grandes propietarios, pero que ahora, con la reforma energética, había reglas claras con criterios uniformes.
Aseguró que desde septiembre del 2013 los legisladores buscaron otros modelos de explotación de gas shale en el mundo que incluyeran pagos por daños a la fauna y flora y contemplaran la renta de propiedades.
Subrayó el diputado federal que representaba una gran oportunidad para los municipios localizados en la Cuenca de Burgos porque había una normativa sólida para los siguientes diez años. Aseveró que sin la participación de la gente del campo, la reforma energética no tendría éxito.
Para justificar el fracking en el plano de la economía nacional, el diputado García comentó que las políticas públicas del país se financiaban mayormente por los ingresos derivados del petróleo y que como su explotación había decrecido y se iba a ir reduciendo; la fuente de financiación del gasto ahora sería la extracción del gas shale del cual la Cuenca de Burgos tenía reservas para ser explotadas durante doscientos cincuenta años.
A pregunta expresa de un asistente, García dijo que el agua que se utilizaría en el fracking no sería la de consumo humano ni la del ganado.
Tengo tres preguntas: ¿Qué ocurrirá con la identidad cultural de los municipios rurales ante la embestida de los frackineros? ¿Se logrará con velocidad construir capacidades en los jóvenes rurales para que sean al menos técnicos y no peones? ¿Realmente se dará el 3% de las utilidades netas de la explotación del gas shale a quienes alquilen sus tierras?
A veces es mejor vivir entre la escasez, pero con dignidad.