Ejemplo colombiano
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Son 35 hectáreas, 18 de ellas de este rancho están dedicadas al cultivo del café. Es en Colombia y en este momento explotan una industria muy fértil, la del turismo del café. ¿En qué consiste? La idea es mostrar a los visitantes del mundo cuál es el proceso para elaborar esta incitante y aromática bebida, desde el momento mismo en que se cuida la planta del cafeto hasta su arribo a la mesa.
Una de las muchas fincas donde tal cosa ocurre se llama El Ocaso, en el departamento de Quindío, en aquel país de Sudamérica. En virtud de la constante fluctuación de precios, debido al cambio de su moneda con respecto al dólar, los dueños de las fincas cafetaleras han apostado a la industria del turismo. Con ella, el visitante, que procede de puntos como España, Italia, Argentina, Chile, Alemania, Inglaterra o Australia, puede pasar por la experiencia de convertirse en agricultor, bajo la guía y traductores, si se requiere, del personal de la finca.
Colombia es el tercer productor de café en el mundo: junto con Brasil, que es el primero, Vietnam, el segundo, e Indonesia, el cuarto, sostienen el 75 por ciento de la producción mundial. Dato interesante, considerando que el 25 por ciento restante lo produce un total de 50 países.
El paisaje Cultural Cafetero es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2011. Pero las circunstancias que se presentan en los campos, las circunstancias económicas de la región y del proceso mismo, así como las condiciones de mercado, hacen que el precio a final de cuentas rinda poco beneficio a los productores. De ahí, que ellos reciban, pese a tener una inmejorable calidad, el dos por ciento por cada taza de café servida en los restaurantes, por ejemplo.
Así que la opción de entrarle a la industria del turismo les ha beneficiado ampliamente, diversificando con mucho la industria en torno al café.
Esto que comentamos viene a colación por la necesidad urgente que los mexicanos tenemos si no de emular, por supuesto, íntegramente estos ejemplos, sí de tomar como modelos la actitud de otras naciones ante situaciones adversas.
Nuestro País presenta inmejorables opciones para diversificarse. Estaría en nuestra actitud, en nuestra determinación, creatividad y empeño por fortalecer áreas en las que podamos ofrecer trabajo y calidad. ¿Cómo diversificarnos? ¿Cómo ofrecer al exterior, y al mismo tiempo, al interior mismo, imágenes de confianza?
Ámbitos como el del turismo son potencialmente explotables, por supuesto. Áreas de oportunidad en esa y otras existen innumerables: el comercio, la industria alimenticia.
A gran escala, por supuesto, pero sin menospreciar lo que también internamente se puede lograr, poco a poco y en niveles quizá no tan ambiciosos, pero sí determinantes en lo local. No hace mucho, en un ejemplo sencillo, la semana pasada, en ocasión de ir a la Central de Autobuses, me topé con una espléndida empleada a cargo de expedir los boletos de una de las líneas de camiones nacionales. Su paciencia, pese a ser periodo vacacional y todo lo que ello implica de gente en fila cansada y exasperada a ratos, su amabilidad y profesionalismo, hacen pensar que comenzar por ahí es una de las mejores formas de trabajar la parcela que a cada quien corresponde en aras del terreno general.
También, un conjunto de acciones pequeñas pueden hacer la diferencia.
Fiesta del Santo Cristo
El acceso al Centro Histórico de la Ciudad en fechas próximas ha de ser mejor vigilado para evitar problemas derivados del tráfico, pues la calle Allende se encuentra sólo parcialmente abierta. Se requiere de una mayor atención de oficiales de tránsito incluso ahora, pues la confusión hace presa de los automovilistas con el transitorio cambio de circulación en algunas vías, como la calle Zaragoza.