DEJEN DESCANSAR A DON PORFIRIO
COMPARTIR
TEMAS
El pasado jueves se conmemoro el centésimo aniversario luctuoso del general don Porfirio Díaz. Uno de los personajes más controvertidos de la historia nacional, ya que para algunos representa un héroe y para muchos otros un villano.
El general y abogado Oaxaqueño además de su participación militar en la revolución de Ayutla, en las guerras de reforma, y en la segunda intervención francesa. Pero entre todas destacan la revolución de la noria, y la revolución de Tuxtepec. La primera siendo un movimiento político y militar impulsado por el mismo Porfirio Díaz para tratar de evitar una nueva reelección de don Benito Juárez, pero la rebelión fue suprimida. La segunda, en 1876 se basó en el plan de Tuxtepec y tuvo como objetivo evitar la reelección del presidente Sebastián Lerdo de Tejada, misma revolución que permitió a don Porfirio entrar victorioso a la Ciudad de México en 1877 con el lema Sufragio efectivo, no reelección ¿Suena conocido? En fin, al parecer don Porfirio era un ferviente opositor a la reelección.
Así es como don Porfirio llegó a ser presidente de la república la primera vez, y como una no es ninguna fue presidente en nueve ocasiones. Durante su administración trajo el cine y el ferrocarril, y mucho desarrollo para el México de la época, pero con un costo, el costo de un gobierno con mano dura, y al que nadie se podía atrever a contrariar, de ahí la famosa frase del general para lidiar con un levantamiento en Veracruz, mátalos en caliente.
Pero desde mi punto de vista, es también de reconocerse, que en 1911, al estallar la revolución, decidió renunciar a la presidencia ya que quería evitar que se siguiera derramando la sangre de los mexicanos, por lo que entregó su renuncia y continuó su vida en el exilio en París, donde murió el 2 de julio de 1915.
A cien años de su muerte, sigue siendo un personaje histórico bastante controvertido, y justo ahora, el ayuntamiento de Oaxaca realizó una solicitud formal para repatriar los restos del general don Porfirio Díaz del cementerio de Montparnasse en París, donde desde hace cien años y hasta la fecha sus restos descansan en paz.
Personalmente, pienso que no deberían traerlo a México, y deberían dejarlo en París donde el presidente Díaz descansa en paz. Estoy muy de acuerdo con Catón en su acertado comentario acerca de que la historia de México tiende a convertir a las personas en héroes benevolentes casi santos, o en personas tan malvadas como el peor de los villanos de los cuentos.
Por eso es mejor que don Porfirio se quede en París, donde solo los interesados lo visitan, solo las personas que verdaderamente lo valoran, en cambio traerlo a México representaría muchas personas inconformes, mejor dejen descansar a don Porfirio.
Saludos, y hasta la próxima.