Corrupción heredada
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El médico del cuartel examinaba a los reclutas, y vio a uno excepcionalmente bien dotado. Le preguntó a qué debía aquello. Respondió el mocetón: Mi familia era muy pobre, y nunca tuve nada más con qué jugar. (No le entendí)...
Después del trance de amor el maduro señor le preguntó a su compañera: ¿Te gustó?. Respondió ella: Todavía no lo sé. Depende de lo que usted me pague
Babalucas era miembro de la policía montada. Cierto día capturó a un ladrón famoso. Le informó su jefe: Te voy a ascender. En adelante andarás en patrulla. Babalucas se preocupó: A ver si cabe el caballo
Afrodisio le preguntó a Libidiano: La esposa de Hornacio es rubia ¿verdad?. Respondió el otro: Nada más por fuera
Don Cornulio sospechaba que su esposa le era infiel, y contrató a un detective para que la vigilara. Una tarde el receloso marido llegó a su casa y sorprendió a su mujer en actividad carnal con un sujeto. ¿Quién era el tal sujeto? Nada menos que el detective. Furioso don Cornulio se dirigió al investigador: ¿Qué significa esto?. Señor -replicó el tipo-. Usted me ordenó que me le pegara a su esposa y siguiera todos sus movimientos
Un paciente se quejó con el doctor Ken Hosanna: Me siento mal. Le indicó el facultativo: Pues no se siente
La madre le dijo con severidad a su hija: Una vecina me contó que estás saliendo con Pitongo. ¿Es cierto eso?. Sí, mami -admitió la muchacha-. ¡Pero, hija! -exclamó la señora-. ¡Ese hombre es casado!. ¿Pues quién te entiende, mami? âse impacientó la chica-. ¿No me dijiste que me buscara un marido?
Siempre y en todos los países habrá corrupción. Eso es parte de las miserias que acompañan a la condición humana. Sucede, sin embargo, que en México la corrupción es consustancial a nuestra vida pública. No pretendo arrojar culpas, pero pienso que ese mal nos llegó con los conquistadores, y se fue asentando durante los tres siglos que duró la llamada colonia. Los puestos públicos se compraban y vendían; la justicia entregaba sus favores al mejor postor. Una cierta virreina recién llegada a la Nueva España hizo que sus damas corrieran la versión de que las perlas habían pasado de moda ya en Europa, y que se juzgaba plebeya a la mujer que las usaba. Ahora las gemas eran lo elegante. Así, vendió a trasmano, carísimas, las gemas que había traído para tal efecto, y por interpósita persona adquirió a precio vil las hermosas y ricas perlas con que se ornaban las damas mexicanas. Desde los tiempos coloniales, pues, la corrupción ha sido una de las mayores lacras que sufrimos. Se atribuye a López Mateos haber dicho en círculo de amigos una frase entre desolada y cínica: Cada mexicano tiene la mano metida en el bolsillo de otro mexicano, y ay de aquél que rompa esa cadena. Sin embargo no debemos resignarnos a la corrupción; antes bien hemos de luchar contra ella permanentemente. Si no lo hacemos no podremos entregar a nuestros hijos una casa digna
En la noche de bodas el ansioso recién casado empezó a desvestir a su flamante mujercita en medio de encendidas caricias, arrumacos, mimos, carantoñas, ternezas, sobos y cucamonas. De pronto se detuvo y le dijo: Lisarda: me recuerdas el pavo de Navidad que hace mi madre. ¿Por qué? preguntó ella extrañada al oír esa comparación. Explicó él: Poca carne y mucho relleno Rosilí fue a visitar a una amiga que había tenido bebé, pero no encontraba la clínica. Se dirigió a un joven: ¿Cómo puedo llegar a la maternidad?. Contestó el muchacho: Vamos a mi departamento y te daré una encaminadita
El general revolucionario le preguntó al coronel: ¿Cuáles son nuestras fuerzas para tomar la plaza?. Respondió el otro con marcial acento: Mi general: tengo 3 mil hombres montados y armados. Magnífico âse alegró el general-. Con esos efectivos no tendremos problemas para capturar la posición. No, mi general -precisó el coronel-. Tengo 3 mil hombres montados en el cerro, y armados a no bajar Pepito estaba haciendo travesuras en el salón, como siempre. ¡Ay, Pepito! âle dijo la maestra, una joven y escultural muchacha-. ¡Si yo fuera tu mamá!.... Respondió Pepito: Si usted fuera mi mamá ¡Las agasajadas que se daría mi papá! FIN