Coral política
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Colmados de espíritu navideño, un grupo de políticos tomó el poema Estatutos del Hombre de Thiago de Mello, para recitarlo este 24 de diciembre en horario estelar a través de Televisa. Imagínelos de pié frente a las cámaras, vestidos con traje azul metálico y corbata de moño roja y una vela entre las manos. Esta es la primicia.
Rubén Moreira: Queda decretado que ahora vale la verdad, que ahora vale la vida, y que, tomándonos las manos, todos trabajaremos por la vida verdadera.
Enrique Peña Nieto: Queda decretado que, a partir de este momento, habrá girasoles en todas las ventanas, que los girasoles tendrán derecho a abrirse dentro de la sombra, y que las ventanas deberán permanecer, todo el día, abiertas hacia el verde donde crece la esperanza.
Jesús Murillo Karam: Queda decretado que el hombre nunca más necesitará dudar del hombre. Que el hombre confiará en el hombre como la palmera confía en el viento, como el viento confía en el aire, como el aire confía en el espacio azul del cielo.
Miguel Riquelme: Queda decretado que los hombres están libres del zumo de la mentira. Nunca más será necesario usar la coraza del silencio ni la armadura de palabras. El hombre se sentará a la mesa con su mirada limpia porque la verdad se servirá antes del postre.
Miguel Osorio Chong: Queda establecida, durante los siglos que dure la vida, la práctica soñada por el profeta Isaías, y el lobo y el cordero pastarán juntos y la comida de ambos gustará como la aurora.
Angélica Rivera: Por decreto irrevocable queda establecido el reinado permanente de la justicia y de la claridad, y la alegría será una bandera generosa para siempre desplegada en el alma del pueblo.
Luis Videgaray: Queda permitido que el pan de cada día tenga en el hombre la señal de su sudor. Pero que, sobre todo, tenga siempre el caliente sabor de la ternura.
Rubén Moreira: Queda permitido a cualquier persona, a cualquier hora de la vida, el uso del traje blanco.
Isidro López: Se decreta que nada será obligado ni prohibido. Todo será permitido, incluso jugar con los rinocerontes y pasear al atardecer con una inmensa begonia en la solapa.
Enrique Martínez y Martínez: Solo se prohíbe una cosa, amar sin amor.
Humberto Moreira: Queda decretado que el dinero nunca más podrá comprar el sol de las mañana venideras. Expulsado del gran baúl del miedo, el dinero se transformará en una espada fraternal para defender el derecho de cantar en la fiesta del día que llegó.
Enrique Peña Nieto: Queda prohibido usar la palabra libertad, la cual será suprimida de los diccionarios y de la ciénaga engañosa de las bocas. A partir de este instante la libertad será algo vivo y transparente, como un fuego o un río, y su hogar siempre será el corazón del hombre.
Gran finale. Todos a coro, con lágrimas en los ojos: El hombre confiará en el hombre como un niño confía en otro niño. ¡Feliz Navidad, México!