Carmen, aristócrata de izquierda
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Mujeres peligrosas (2)
Aquel día de 1976, cuando Carmen Diez de Rivera entró al despacho del Presidente Adolfo Suárez para una entrevista de trabajo, al ver la foto del dictador Francisco Franco en la pared, a espaldas de Suárez, le dijo sin recato alguno; ¿Cómo es que alguien tan joven como usted puede ser fascista?. Suárez tuvo que admitir que la bellísima mujer tenía temple y talento, de ese modo Carmen, a los 34 años de edad, se convirtió en Jefa del Gabinete del Presidente de España.
Pero, ¿quién era esta rubia glamorosa a quien por su apariencia eslava decían que tenía cara de espía rusa? Ella nació en Madrid en 1942, hija de doña Sonsoles Icaza y de León y de quien, hasta los 17 años de edad, ella pensó que era su padre, Francisco Diez de Rivera y Cásares, marqués de Llanzol.
Carmen es llamada la Musa de la Transición porque desde el Gobierno influyó para legalizar al Partido Comunista Español y reconocer a su líder legendario, Santiago Carrillo.
Era una mujer de temple y corazón: a las puertas de La Moncloa un militar escucha cuando Carmen le dice al marxista; ¡Eh Carrillo, ¿cuándo nos tomamos un Chinchón?!, y el militar le inquiere de manera rugiente; ¿Va a entrar usted sola o con su amigo el comunista?. Al día siguiente el militar amaneció haciendo guardia en los arrabales de Madrid.
La estrecha amistad de Carmen con el rey fue fundamental para la consecución de la democracia; luchó por la apertura a todos los partidos políticos y por desmontar las estructuras del antiguo régimen fascista.
En su vida privada, Carmen Diez de Rivera fue la clásicaprincesa triste. A los 17 años de edad, un drama propio de Cumbres Borrascosas torció su vida para siempre. En la España de los años 50s, todos en la alta sociedad sabían, excepto Carmen, que su madre doña Sonsoles era la amante del ministro Ramón Serrano Súñer, concuño del dictador Francisco Franco.
Asimismo, todos sabían que Carmen era hija de Serrano Súñer y no del marqués de Llanzol. Carmen, sin saberlo, se enamoró de Ramón Serrano Polo, uno de los hijosdel ministro. Doña Sonsoles nada hizo por impedir dicha relación que llegó al punto en que Carmen y Ramón decidieron casarse. Aun así, la marquesa no se atrevió a revelar el secreto a su hija. Finalmente un sacerdote intervino y le dijo a Carmen que la boda no era posible porque su novio, en realidad, era su hermano.
Carmen partió por tres años a África como maestra voluntaria. Supo llevar con dignidad el drama que liquidó para siempre su vida sentimental. De igual modo soportó el cotilleo, los rumores y el escarnio.
Pero lo anterior es sólo un contexto en la vida de esta gran mujer. De no ser por Carmen, Adolfo Suárez no hubiera reconocido al Partido Comunista, él era miembro de la Falange y del Opus Dei, era fascista.
Lo más interesante en la vida de Carmen es que supo sustraerse de la rancia aristocracia y transitar de la derecha al socialismo. Carlos Fuentes, sin referirse a ella, dijo algo que bien dibuja a Carmen Diez de Rivera: A veces, ser aristócrata y de izquierda es toda una garantía; es tener alcurnia de sangre y conciencia de pueblo. Carmen murió militando en el Partido Socialista Obrero Español. Por supuesto, nunca perdonó a la marquesa de Llanzol.