A veces Dios está de mal humor, o se equivoca
COMPARTIR
TEMAS
A veces Dios está de mal humor, o se equivoca, y entonces en vez de lluvia nos envía granizo.
Sus razones tendrá para enojarse, o se distrae quizá. Lo cierto es que en el curso del mes que acabó ayer hubo cuatro granizadas. Ni don Abundio, el hombre más viejo del Potrero, recuerda otro mayo así, con tantas tormentas de granizo.
De nada sirvió la procesión con San Isidro y Nuestra Señora de la Luz. Fue inútil haber hecho que un inocente âun niño- se pusiera en el medio de la huerta a partir con un machete las negras nubes ominosas al tiempo que la gente rezaba cuatro credos, uno por cada persona de la Santísima Trinidad y el otro dirigido al diablo. Igual cayeron las pedriscas y acabaron con la promesa de la nuez.
-Lo hace quien puede ârazonan los campesinos con estoicismo ancestral. Mas por lo bajo dicen malas razones que esperan no se escuchen allá arriba.
Granizo, fría cólera del cielo: yo no te maldigo a pesar del mal que nos has hecho. Te volverás agua; beberán de ti los nogales, y estarás en las nueces del próximo año. Sólo hay que saber esperar.
¡Hasta mañana!...