Aguas profundas, ¿qué hacer?
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(Tercera y última parte)
Después de analizar qué significa perforar en aguas profundas y, tras la exploración, haber comprobado que México cuenta con un alto potencial de reservas, en esta ocasión vamos a analizar parte de lo que se está haciendo y debería hacerse al respecto. Esto, en adelanto a la apertura para que Pemex se convierta en una empresa de carácter productivo, como lo mandatan los cambios constitucionales.
1. Transparencia es clave: Durante mucho tiempo los gobiernos del mundo han extraído sus recursos sin que las regalías les lleguen a la gente que más lo necesita. Estando tan lejos de tierra, es mas difícil demostrar lo que se extrae. Tenemos que adoptar estándares internacionales de transparencia donde tanto el gobierno como las compañías publiquen sus transacciones y éstos sean verificados por un tercero.
2. Medidas de seguridad: Estados Unidos ha tenido que pasar por una dolorosa curva de aprendizaje que ha costado derrames ambientales y vidas humanas, un costo tal vez incalculable. El ejemplo del taladro Deepwater Horizon, que se desplomó en el 2010, originó muchos debates, y es necesario aprender de ello.
3. Regular la industria es una prioridad: Al igual que en el gas shale, el problema es ¿cómo regular algo en lo que no tenemos experiencia? Afortunadamente hay mucho que aprender de las lecciones internacionales descritas en los primeros puntos, y confío en que para mediados del 2015, que es cuando se espera que comiencen las licitaciones, la CNH ya tenga personal suficiente y una investigación exhaustiva en base a mejores prácticas mundiales que sean aplicables en México. No tenemos que reinventar la rueda por completo.
4. Infraestructura: Las medidas de seguridad en el papel requieren infraestructura para poder atender derrames y mejorar la contención en el lecho marino. Se va a requerir también el esfuerzo de la Marina para que supervise y ayude al desarrollo. Por su parte, los puertos tendrán que incrementar su capacidad operativa. Santidad.
5. Régimen fiscal adecuado para aguas profundas: Aunque las concesiones son el régimen fiscal más utilizado globalmente para aguas profundas, hay maneras de atraer a la IP bajo otros encabezados. Lo que se debe tomar en cuenta es que, si el contrato que se firma está muy cargado a favor de una de las partes, tener potencial no sirve de gran cosa. Consecuentemente, será necesario tener una seria negociación a la hora de establecer los términos del régimen. Especialmente porque estos operadores que pretendemos atraer, creen en la santidad de los contratos, en las cortes de arbitración internacional y en el brazo político de sus países cede. Al final, son regímenes fiscales porque prevén dar estabilidad operativa y financiera a base de un contrato. Démosle la seriedad que requiere.
6. Acuerdos transfronterizos: Discutidos brevemente en el artículo pasado, estos tratados contemplan que los gobiernos de ambos países podrán realizar inspecciones en cualquier momento para evitar dudas sobre la proporción de petróleo que le corresponde a cada país. Cuentas claras, amistades largas.
7. Ronda O: Siguiendo el ejemplo de Petrobras en Brasil, lo que se pretende en esta ronda es permitirle a Pemex hacer valer sus derechos sobre yacimientos dónde:
a) ya ha hecho descubrimientos comerciales y b) ha hecho inversiones en exploración o desarrollo. Sin embargo, en el caso de aguas profundas, por el costo y el riesgo que conlleva, podemos asumir que la mayoría se destinará para la industria privada. Lo que se debe hacer aquí es tener un porcentaje de participación en dicha industria, algo así como los bloques azules de Petrobras. En próximas entregas volveremos a detalle con este tema.
8. Asociaciones de conocimiento: Recordemos la analogía con la industria aeronáutica al describir el desarrollo en aguas profundas. Si deseamos ser un operador de clase mundial en el futuro, debemos establecer asociaciones que transfieran el conocimiento. El futuro de las compañías nacionales depende de poder extraer el conocimiento de las internacionales como Petrobras, que hoy por hoy es líder mundial de tecnologías de aguas profundas. De hecho, en sus pininos Petrobras ofreció una cartera de 143 oportunidades de asociación de los cuales sólo 27 fueron firmados. Hoy, ya participa en altos porcentajes de desarrollos.
9. Contenido Local: Es simple, si queremos que en el futuro seamos los mexicanos quienes tengamos la capacidad de ejecución para proyectos para aguas profundas, tenemos que desarrollar y retener con salarios competitivos a nuestra gente. Las asociaciones de conocimiento son un paso, el otro lo están dando Universidades e instituciones como el Instituto Mexicano del Petróleo.
10. Pensar a largo plazo: Si la tendencia es que de aguas someras nos pasamos a profundas, es lógico asumir que una vez que éstas se agoten, tendremos que pasar a aguas ultra profundas (mayores a mil 500 metros). Es por eso que Pemex ya empezó a tocar esta campana. No queremos esperar a estar en la misma situación donde la producción va en decadencia para ponernos a pensar en qué hacer.
Como podemos ver, el desarrollo de Aguas Profundas no depende de un solo factor. Sin duda existen muchos otros, este artículo sólo pretende dar una vista macro. En general, es muy difícil poder justificar el desarrollo donde el costo de los pozos y los riesgos de perforar en lo desconocido son tan elevados. Estará en el esfuerzo día a día de todos los involucrados que se podrá acrecentar la vida de las reservas y elevar los niveles de producción. Así, la industria energética âen este caso particular Aguas profundasâ podrá ser un pilar del desarrollo económico y financiero de México.
@merlinken