Celebra Leonard Cohen sus 80 años con nuevo disco
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Cohen ha vuelto a componer con plenitud tras luchar contra depresiones y desaparecer incluso algunos años en un monasterio zen.
Nueva York, EU.- Letrista, compositor, poeta y maestro de la melancolía: el canadiense Leonard Cohen es sin duda uno de los grandes de la música contemporánea. Canciones como "Suzanne" o "Hallelujah" son ya clásicos y a sus 80 años, que cumple este domingo, regala a sus fans un nuevo disco.
Con su voz ronca, su sombrero negro bien calzado y un aura de tristeza, Cohen es una leyenda para millones de fans en todo el mundo, que pese a ello siempre mantiene su humildad. Una vez dijo que para él el éxito es sobrevivir. Para celebrar su cumpleaños sale a la venta el 23 de septiembre un disco completamente nuevo, titulado "Popular Problems".
Hace poco, durante una rueda de prensa en Londres, Cohen anunció que ya está trabajando en el siguiente disco y bromeó: "Seguramente se llamará 'Unpopular Solutions'".
Los cabellos del músico se han vuelto grises y su cuerpo parece más frágil, pero el carisma y la voz siguen como siempre. Sin "verle sentido ni tener ganas de jubirlarse", según dijo al diario británico "Telegraph". "Me voy acercando al final del libro, pero todavía no del todo", escribe en la parte de atrás de uno de sus muchos blocs de notas, en los que apunta sus canciones, que recuerdan a pequeñas obras de arte.
Cohen ha vuelto a componer con plenitud tras luchar contra depresiones y desaparecer incluso algunos años en un monasterio zen. "Cuando hablo de depresiones hablo de depresiones clínicas, que son el trasfondo de toda mi vida, un trasfondo lleno de angustia y opresión, un sentimiento de que nada va bien, que la satisfacción no es posible y todas las estrategias fracasan", señaló hace poco al "Guardian".
"Estoy feliz de poder decir que esta depresión se ha ido diluyendo y que nunca ha regresado con la misma fuerza a mi vida", añadió.
Desde hace unos seis años el artista vuelva a estar de gira, entre otras cosas por necesidades económicas, ya que su antigua mánager se quedó con las sumas que debía depositar para su jubilación. En 2012, su álbum "Old Ideas" fue incluso el de mayor éxito de su carrera.
Leonard Norman Cohen nació en 1934 en el seno de una familia judía en la ciudad de Montreal. Aprendió a tocar la guitarra ya de niño y pronto empezó a presentarse en cafés y clubes, pero durante mucho tiempo la música fue un hecho secundario en su vida. Cohen quería escribir poesía y novelas.
A principios de los años 60 se retiró para ello durante algunos periodos a la isla griega de Hidra. Muchas de sus publicaciones fueron celebradas por la crítica, y en 2011 recibió por ejemplo el Premio Príncipe de Asturias a las Letras.
Pero en aquellos años no le alcanzaba para vivir con los ingresos de la escritura. "No quería escribir para que me pagaran por ello, quería que me pagaran por lo que escribía", comentó. Así que a finales de los 60 se mudó a Nueva York y volvió a la música, con la que enseguida tuvo éxito.
Discos como "Songs of Leonard Cohen" (1967), "Songs of Love and Hate" (1971) y "Death of a Ladies' Man" (1977) influyeron sobre varias generaciones de músicos, y canciones como "Suzanne", "So Long, Marianne", "First We Take Manhattan (Then we take Berlin)", "Hallelujah" y "Chelsea Hotel #2" son ya clásicos modernos.
Los temas de Cohen tratan del amor perdido y el sufrimiento, del ansia de la muerte y la búsqueda de dios, y en cuanto a la lengua recuerdan a odas breves. "Admiro a la gente que escribe en el café o en el taxi. Yo nunca lo he conseguido".
El músico siempre ha mantenido en la mayor reserva posible su vida privada. Se sabe que tiene dos hijos con la pintora sueca Suzanne Elrod y que tuvo una relación con la actriz Rebecca De Mornay. Vive actualmente en Los Angeles con su hija y su nieta. "Mi fama de conquistador es un chiste", dijo una vez en una entrevista. "Me ha hecho reír amargamente en las decenas de miles de noches que pasé solo".
Cohen no tiene planes especiales para su cumpleaños. "En mi familia no solemos celebrar los festivos, aniversarios o cumpleaños. Así que será un día como cualquier otro". Pese a ello, sí que tiene un deseo especial: volver a fumar.
"Cómo me alegra pensar en ese momento", dijo hace poco en un escenario en Kentucky. "Una joven enfermera con un uniforme blanco aparece sobre el escenario con una bandeja plateada con un paquete de cigarrillos. Abre el paquete y me da fuego. Qué bien."
Por Christina Horsten/DPA