Carl Lewis el "hijo del viento" cumple 50 años
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Lewis anunció en abril que se presentará por el Partido Demócrata al senado de New Jersey.
Madrid, España.- A los 50 años, el legendario ex atleta Carl Lewis asegura sentirse preparado para un "nuevo comienzo". Lejos de las pistas y enterrado ya su deseo de ser actor, el "hijo del viento" espera encontrar ahora su lugar en la política estadounidense.
"Siento que es como un nuevo comienzo", dijo en una entrevista con dpa el ex velocista norteamericano, que mañana cumple medio siglo de vida dispuesto a emprender una nueva carrera.
Lewis anunció en abril que se presentará por el Partido Demócrata al senado de New Jersey: política local para uno de los atletas más importantes de la historia y el más exitoso en los Juegos Olímpicos.
"Veo la necesidad de inspirar a los niños", aseguró a dpa el ex atleta afroamericano, cuyo referente político es el presidente Barack Obama. "No me empujó directamente a presentarme. Pero sí me siento inspirado por él y por su familia, definitivamente".
"Obama es un gran mensaje para los jóvenes afroamericanos, para los hispanos...", advirtió. "Muchos niños van a crecer, desde los seis o siete años hasta los 16 o 18 viendo a ese hombre en esa posición, lo que significa que cualquiera puede ser presidente".
Eso sí, él no tiene ambición de ocupar la Casa Blanca. "No es la dirección que quiero tomar. Le puedo garantizar que no voy a intentar ser presidente en mi vida".
La carrera deportiva de Lewis también fue fuente de inspiración. Ganó diez medallas olímpicas, nueva de ellas de oro, y fue ocho veces campeón del mundo. En los Juegos de Los Angeles 1984, con 23 años, repitió la gran hazaña de Jesse Owens en Berlín 1936, ganando el oro en los 100, 200, 4x100 y salto de longitud.
"Owens fue probablemente una fuerza motriz de aquello en lo que creo, como atleta y como persona", dijo Lewis, que aún recuerda la cita de Los Angeles como el mejor momento de su vida.
"Estaba en la cima. Los ojos del mundo estaban en mí. Ganaba carreras. Mis padres estaban en las gradas. Todos los días iba a casa y mi familia estaba allí. Estábamos todos juntos. Y les miraba a los ojos y veía lo orgullosos que estaban", explicó.
Tercero de cuatro hijos, Lewis nació en Alabama en el seno de una familia de deportistas. Alto y esbelto, Lewis se ganó el apodo de "hijo del viento" por su forma grácil y elegante de correr, un estilo que lo convirtió no sólo en el mejor, sino también en el más popular.
"Sigo siendo muy competitivo. Y me encanta la gente y entablar relaciones y hacer amigos", admitió el estadounidense, a quien también le persiguió una pequeña fama de superficial. "Hoy pienso que habría hecho miles de cosas de forma diferente, pero como cualquier otro. Ahora soy más maduro, miro la vida de forma diferente y tomo mejores decisiones".
Sus dos grandes rivales sobre la pista fueron su compatriota Mike Powell y el canadiense Ben Johnson. Al primero, que le "robó" el récord mundial de salto de longitud en una inolvidable noche en el Mundial de Tokio en 1991, lo recuerda como "un buen amigo y tremendo atleta".
El segundo fue protagonista del mayor escándalo de doping de la historia de los Juegos. Su positivo por anabolizantes permitió a Lewis colgarse el oro en los 100 metros de Seúl 1988 y convertirse en el primer hombre que defendía el título. El canadiense siempre alegó que fue víctima de una conspiración.
"Espero que algún día encuentre la paz consigo mismo", dijo Lewis, que según se reveló en 2003, también dio positivo por estimulantes antes de los Juegos de 1988. Sin embargo, su caso fue sobreseído al alegar que tomó las sustancias inadvertidamente en medicamentos de venta al público.
Lewis se retiró tras los Juegos de Atlanta 1996. Desde entonces, se dedicó a las relaciones públicas e intentó sin éxito emprender una carrera de actor. En 2009, aceptó el puesto de embajador de Buena Voluntad de la FAO.
"Obviamente no soy el sprinter que era, pero siento que aún puedo hacer cosas. Mi cuerpo todavía está fenomenal", admitió el ex atleta, que pelea desde hace años contra la artritis. Lewis no tiene "ni idea" de qué tiempo podría hacer hoy en los 100 metros. "Y sinceramente, no estoy interesado", aseguró.
Observando el atletismo desde lejos, el legendario deportista ve con pesimismo la evolución de su deporte en los últimos 20 años. "Me gustaría que estuviera mejor, pero está en declive".
"En mi época, atletas como yo o Edwin Moses se preocupaban por hacer crecer el deporte. Hoy los atletas están centrados en sacar beneficio. Son parte de esa cultura de los 'social media' en la que vivimos, en la que todo gira en torno al 'yo'. Los atletas deberían ocuparse del 'nosotros'."