Cambio de colores, ¿pérdida de tradición?

México, DF. La tradición quedó a un lado, algunos equipos de la Primera División han decidido darle una vuelta total a los colores que generalmente acostumbraban portar en sus casacas para sorprender a los seguidores con tonos completamente diferentes y que a pocos les agrada, como recientemente pasó con el León.

El equipo felino anunció que, además de tener una camiseta Esmeralda que utilizará de local y el blanco de visitante, el tercer uniforme será rosa, con vivos en los costados en negro, lo que levantó polémica en el Bajío.

No es nuevo que los directivos acepten modificaciones tan "drásticas". Con Monterrey parece común ya que, en una temporada, utilizó una playera naranja o, recientemente, una verde con combinación en negro.

Chivas ocupó una verde limón, que lo hacía parecer filial de las Aguilas del América. Los juicios por dicha decisión fueron en contra del propietario del club, Jorge Vergara, quien ni se inmutó y permitió que el Rebaño encarara algunos partidos con dicho uniforme.

Cruz Azul, en una campaña, echó mano de una playera gris arena. Pocas veces saltó al terreno de juego con la misma, la mayoría fue con el tradicional azul o blanca cuando tenía que ir de visitante. Con América también intentaron un gris que no funcionó y en la presente campaña, Atlas tendrá una morada que también levantó controversia.

Los tradicionales colores se mantienen en la mayoría de las veces, aunque los directivos han buscado "sorprender" con otros tonos que no gustan y que sólo permiten que haya críticas en su contra.