Ben Affleck, un director cada vez más solvente
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Ben Affleck con su tercera película, "Argo", confirma que es un buen director.
Madrid, España.- "Argo" se ha subido a lo alto de la taquilla de Estados Unidos en su cuarto fin de semana, algo que sucede con esas películas que no solo mantienen el interés, sino que lo van acrecentando por el efecto boca-oreja. Y los rumores de Oscar suenan ya para este thriller político que, en esencia, rescata el mejor cine de espionaje de los setenta, pero se completa con una inusitada sensibilidad y un corrosivo sentido del humor. Complejidad vestida de entretenimiento... ¡y producida por George Clooney! Una madurez como director para un actor que ha cumplido de manera algo heterodoxa el sueño americano.
EL AMIGO DE MATT DAMON
En su primera etapa, Ben Affleck (Berkeley, California, EEUU, 1972) parecía discurrir al remolque de su carismático compañero Matt Damon, con quien había sido pareja cómica en las películas de Kevin Smith y había dado la campanada al escribir una sensible historia que ponía en duda el sueño americano llamada "Good Will Hunting". Gus Van Sant quiso dirigirla y el Oscar para la joven pareja por aquel guión redondeó la jugada.
Uno rubio y otro moreno. Damon se hizo pareja de Winona Ryder. Affleck de Gwyneth Paltrow. Y las adolescentes comenzaron a suspirar, a dividirse entre el chico mono que era Damon y el tiarrón que representaba Affleck. Y cada uno buscó el estrellato a su manera.
Hollywood reservó a Affleck algunas de sus principales bazas: un papel en "Armaggedon", el protagonismo en el carísimo drama bélico "Pearl Harbor", que se convirtió en un éxito pero no a la altura de las expectativas. Y como superhéroe en "Daredevil" no acabó de dar la talla. El chico guapo, además, tenía tendencia al alcoholismo. Y, para colmo, tuvo una relación y a punto estuvo de casarse con Jennifer López, que se tradujo en dos películas nefastas: "Jersey Girl" y "Gigli".
UN ACTOR DE RAZZIE
Affleck pasó de ser el niño mimado al blanco perfecto de la crítica despiadada. Nominado hasta ocho veces al Razzie, el premio al peor actor que ganó con en 2004, e incluso elegido en 2010 como finalista al premio al peor intérprete de la década, Affleck daba bocanadas de prestigio con papeles como "Hollywoodland", con la que sí recibió una inesperada Copa Volpi en Venecia, pero de alguna manera sintió la necesidad de recordarle el mundo que había ganado un Oscar, y que tenía que volver a lo que entonces Hollywood premió: la escritura de guiones.
Dicho y hecho. Además de escribir, se animó a dirigir, y el resultado fue un deslumbrante debut: "Gone Baby Gone", una hermana pequeña de "Mystic River", de Clint Eastwood, basada en una novela del mismo escritor, Dennis Lehane. El resultado sorprendió a propios y extraños, por el dominio de un actor aparentemente epidérmico para tejer detrás de la cámara texturas emocionales asfixiantes, conflictos morales de largo recorrido y extraer magníficas interpretaciones de un reparto en el que destacaba Amy Ryan, que llegó a ser nominada al Oscar, pero en el que también le ofreció una gran oportunidad a su hermano Casey Affleck, arropado además por Morgan Freeman y Ed Harris.
CONSAGRACION Y ¿OSCAR?
Tras el debut, estaba por ver si era la suerte del principiante o había verdadero talento detrás de Affleck. Y las dudas se disiparon con "The Town", estrenada con honores en el Festival de Venecia y en la que Affleck se atrevió a dirigirse a sí mismo como actor, haciendo su mejor papel en años. Ambientada en Boston y según un texto de Chuck Hogan, las críticas volvieron a ser inmejorables y su dirección de actores fue reconocida con una nominación para Jeremy Renner, solo uno de los rostros que nutrían el elenco: Rebecca Hall, Jon Hamm, Chris Cooper, Pete Postlethwaite o Blake Lively se sumaron a una fino análisis de las relaciones de poder, compañerismo y afecto en el mundo masculino, aun dentro de una banda de delincuentes.
Y de lo más bajo de la sociedad, a lo más alto. Ahora, la política internacional y los conflictos diplomáticos durante la crisis de los rehenes ocurrida en Teherán en 1980. Pero esta vez, Affleck se atreve todavía con más: una combinación de intriga política, crónica socarrona de la industria del cine y reflexión sobre la diferencia entre la versión oficial y la real. "Argo", en la que también participan John Goodman y Alan Arkin, se convierte en una película que respira inteligencia y habilidad. Hay quien lo aúpa como el nuevo Sidney Pollack o el nuevo Clint Eastwood. Lo que parece claro es que Affleck es una estrella que brilla más detrás de la cámara. Aunque siga siendo irresistiblemente guapo.
DESTACADOS:
* Ben Affleck y Matt Damon sorprendieron al mundo del cine al escribir la historia de "Good Will Hunting" y ganar un Oscar por ello.
* Ocho nominaciones al Razzie como peor actor le convencieron para volver a escribir guiones.
* "Gone Baby Gone" y "The Town" demostraron que su talento como director era muy superior al demostrado como actor, y ahora lo reafirma con "Argo".