Un millón 278 mil diabéticos descuidan la glucosa
Pacientes deben complementar su tratamiento, y los médicos no sólo tienen que diagnosticar y recetar, afirman expertos
En la Ciudad de México y su zona conurbada, de un millón 704 mil diabéticos que han sido diagnosticados y que llevan un tratamiento médico, alrededor de 75%, es decir un millón 278 mil enfermos, no logra mantener su glucosa en niveles óptimos.
Solamente uno de cada cuatro diabéticos en la Zona Metropolitana del Valle de México logra mantener en un grado normal su índice de azúcar con los medicamentos que ingiere. A pesar de que tres de cada cuatro pacientes tienen prescrito algún fármaco tomado o inyectado, no logran bajar su glucosa, de acuerdo con el estudio Ciudades Cambiando Diabetes, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Este 25% de la población enferma tiene menos riesgo de desarrollar complicaciones por este mal crónico-degenerativo, por ejemplo ceguera, diversas neuropatías, insuficiencia renal o incluso sufrir alguna amputación.
Para llevar un tratamiento diario es necesario un glucómetro que cuesta de 500 a dos mil 500 pesos, dependiendo de la facilidad con la que el aparato toma la muestra; mientras que 50 tiras reactivas para revisar el nivel de glucosa, están entre 200 y 400 pesos.
A nivel nacional, sobre todo en la capital del país, la diabetes se ha convertido en la principal causa de muerte, incluso por arriba de las enfermedades cardiovasculares y los homicidios.
De acuerdo con datos del gobierno local, hasta finales del año pasado 13.3% de los capitalinos padece esta enfermedad y 17% tiene prediabetes.
Entre 1990 y 2014, el número de fallecimientos en la ciudad, a consecuencia de este padecimiento, pasó de 53.6 a 109.9 por cada 100 mil habitantes. En contraste, la tasa de muerte por homicidio en la capital del país es de ocho por cada 100 mil personas.
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, en 1980 en México se registraron 14 mil 500 muertes por diabetes, un mal que para 2015 ya había causado 98 mil 400 decesos.
Simón Barquera Fernández, director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del INSP, sostuvo que existe un descuido médico sobre el seguimiento a los pacientes diabéticos en la Megalópolis, lo cual es muy alarmante porque los especialistas son quienes deberían buscar el medicamento adecuado que les ayude a regular el azúcar.
Afirmó que la tarea del médico no termina en el diagnóstico. “No basta con darles tratamiento, todavía hay mucho más qué hacer para mejorar el control, que es la forma de prevenir la mortalidad o las complicaciones”, apuntó a este diario.
Lamentó que 75% de los diabéticos que toman medicamento represente una tasa tan alta de pacientes que siguen con niveles de glucosa elevados, no sólo por la falta de disciplina en su alimentación, sino que sus médicos no han sido capaces de preescribirles el medicamento adecuado para controlar la enfermedad.
"Cuando hacemos las encuestas vemos que hay pacientes que no están controlados, pero vemos que llevan diez años con el mismo medicamento. Con una buena atención, a los tres o seis meses de ver que el medicamento no sirve, el médico tiene que hacer algo más”, señaló.
Reprochó que los doctores de instituciones públicas, locales y federales, no hagan ajustes a los tratamientos de estos pacientes.
Reiteró que a este descuido médico se suma el problema individual, porque un paciente debe cuidarse y dejar de ingerir bebidas azucaradas, mejorar sus hábitos dietéticos, le dice adiós a la comida chatarra, hace ejercicio, va a revisiones, y entonces de esta manera puede ajustar su tratamiento con el médico. La tarea del paciente no es sólo entregarse al tratamiento farmacológico, explicó.Agregó que un medicamento no es la garantía de que habrá control de la enfermedad, el control se alcanza con varias cosas:
"Con un buen seguimiento del médico, una buena revisión de los hábitos de estilo de vida que se tienen que adoptar y con el tratamiento indicado”.
El control de la diabetes se refiere a que un diabético controlado es como una persona normal en términos de su calidad de vida, indicó.
Además, dejó claro que tener diabetes es no tener la capacidad de controlar la glucosa, pero sí están controlados con tratamiento y estilo de vida, por lo que sus niveles de glucosa son normales y no corren riesgo de padecer complicaciones que sí tiene 75% de los diabéticos que no logran llevar un control.