Suicidios y violaciones

Hace mucho tiempo que no veía un producto, en el mundo del entretenimiento, que estuviera protagonizado por adolescentes, que tratara de las experiencias y problemáticas propias de su edad y que, además, no resultara ser una comedia de farsa como aquellas películas tontas del estilo de American Pie. Pues ahora me encontré en Netflix la serie de la que todos están hablando y, la verdad, no pude resistir la tentación de verla. Me refiero a 13 Reasons Why cuyo título traducido al español sería algo así como Por trece razones y su historia incia con una adolescente que se suicida.

Muy lejos están aquellos tiempos en que las series para adolescentes eran del estilo de Beverly Hills 90210, con situaciones demasiado ingenuas y cuyos protagonistas en realidad eran adultos haciendo personajes de jovencitos de preparatoria. 13 Reasons Why, por su parte, lleva un elenco de adolescentes reales y resulta sumamente cruda pues muestra, a detalle y sin pudor, el grave problema del acoso escolar que todos conocemos como “bullying”. Hannah, el personaje principal, deja 7 cintas de cassette en las que explica las 13 razones por las que se suicidó, dejando claro que detrás de cada razón hay una persona responsable.

Ambientada justo en el año en curso y producida por Selena Gomez, esta serie ha provocado que algunos especialistas en salud mental de adolescentes, y ciertos editorialistas del mundo del espectáculo, se pronuncien en contra. Todos ellos afirman que 13 Reasons Why podría estar haciendo apología del suicidio y que incluso algunos jovenes terminarían por sentirse tan identificados con el personaje principal que tomarían la decisión de atentar contra su propia vida. Algunos incluso se declararon horrorizados con la escena en la que Hannah se corta las venas pues es tan explícita que pareciera que la actriz está llevando a cabo la acción en la vida real.

Sin embargo, yo tengo una opinión completamente distinta. Es cierto que la escena del suicidio es impresionante así como también lo son aquellas en las que se presenta el abuso sexual de dos estudiantes de preparatoria, en situaciones distintas. Son tan realistas, que permiten echar un vistazo de lo que ocurre en la realidad. Nada que ver con las ridiculeces que veíamos en la telenovela Quinceañera donde el personaje de Sebastián Ligarde correteaba al de Adela Noriega por las calles de la ciudad de México y al final ella caía, toda “glamourosa” en brazos de su violador para luego, al pasar los capítulos, darnos cuenta que en realidad no habían abusado de ella y seguía siendo “virgen, pura y sin defecto”, lista para entregarse a su verdadero amor. ¡Por piedad!

Esas tonterías no aparecen en 13 Reasons Why. Acá las situaciones son reales, por ejemplo, las bromas, maltratos y humillaciones de los “populares” contra los “bichos raros” son muy crueles y devastadoras. En los momentos de abuso sexual, hay exceso de alcohol o vulnerabilidad emocional sin ningún tipo de glamour hollywoodense. Podemos presenciar, con angustia y dolor, cómo una hermosa jovencita se rinde y su mirada se apaga mientras su espirítu abandona su cuerpo en el momento en que entiende que ya no tiene escapatoria. ¿Les parece excesivo? ¿Brutal? ¿Abrumador? Bueno, pues para muchos así es exactamente la vida real.

En estos tiempos en los que una fotografía sacada de contexto y publicada en redes sociales puede arruinar la reputación de cualquier estudiante en cuestión de segundos, es muy importante que todos, adultos y jóvenes, tengamos claro lo que los estudiantes más vulnerables pueden estar viviendo. Y si usted se consuela pensando que su hija está bien educada, es inteligente y sabe cuidarse sola, permítame invitarlo a ver esta polémica serie porque el personaje principal era exactamente así y terminó cortándose las venas en una bañera y descubierta por sus desesperados padres que ya no pudieron hacer nada para ayudarle.

Es cierto que 13 Reasons Why es muy fuerte y que los más jóvenes deberían de verla acompañados de sus padres o de quienes sean responsables de ellos. Pero sí debe ser tomada en cuenta. Las nuevas generaciones tienen más acceso que nunca a la información y al conocimiento pero también a las drogas, la violencia y la pornografía. Es por eso que deben tener armas para defenderse de un mundo que puede ser sumamente inhóspito y hasta destructivo. Es solamente en familia donde los jóvenes adquieren su principal y más poderosa armadura: una sana autoestima. Decir que “no hay que ver esa serie tan fea” es cerrar los ojos a la realidad y abandonar a los jóvenes a su suerte.