Subir la cuesta
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Ya se atisba enero a la vista
Después del ascenso espiritual del Adviento hacia la cumbre de la Navidad. El 17 se visualiza como año de desafíos en la secuencia de los dosmiles.
Con presidencia de estreno en el país del norte. Se han desatado escenarios de imaginación para profecías de calamidad. No han faltado, en contraste, quienes señalan un paso importante posible para la madurez integral como país, superando dependencias para convertirlas en auténtico desarrollo.
La cuesta de enero se ve empinada por la liberación del precio de combustibles, en su mayoría con alto monto de importación. Si el precio del petróleo sube, levantará al de la gasolina; y lo que puede ser mayor ingreso arriba, en nivel ciudadano de cuatro ruedas, se convierte en mayor gasto.
Un salario en miniatura no alcanza la canasta. Dejó de ser básica por su alpinismo que la elevó sobre la base, atraída por la cumbre. El aumento minúsculo salarial no alcanza las necesidades familiares constitucionales, cuyo monto ya va adelantado en segunda vuelta.
Las movidas hipotéticas del ajedrez político no hacen ver rumbos claros de mejoría para la elección de mandatarios. Unidades rotas y tensiones agudizadas unidas a débil caballada para las próximas carreras hacia puestos de servicio público no dan claras posibilidades de vencer la apatía de esa mayoría abstencionista, que siempre gana por votos omitidos.
El horizonte de las candidaturas que llaman independientes, a pesar de sus condicionamientos, puede dar sorpresas esperanzadoras. Es puerta entreabierta que puede provocar un surgimiento inesperado de unidad nacional, de convergencia hacia un liderazgo sin caudillaje, inteligente y alejado de toda corrupción.
El siglo 21, en plena adolescencia, necesitará hombres de una actualizada memoria histórica, una presencia sabia en el presente y una intrepidez sin temeridad para afrontar el futuro. La conciencia democrática del pueblo que da el mandato sigue en proceso de iluminación y fortalecimiento en islas con vocación de continente.
Tiene otras escarpaduras la cuesta que no parece ser sólo de enero. Sus retos pueden despertar aptitudes dormidas y destrezas no manifestadas en una ciudadanía con cicatrices de heridas y musculatura moral de esfuerzos frustrados.
En el mundo de la fe están las líneas maestras de la apertura pontificia en la visita de ejemplaridad y enseñanza. La pastoral evangelizadora está llamada a llevar todo a todos, extendiendo ramas sin olvidar raíces. El año adolescente de los dosmiles será de ascensión con el entrenamiento de enero que ya toca la puerta…