‘Su abandono me dejó más fuerte que nunca’
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ESTIMADA ANA:
Después de casi ocho años, mi novio me abandonó cuando se enteró que estoy embarazada. Tengo 35 y a pesar de que soy independiente (vivo sola desde hace cinco años), me siento más sola que nunca, sin el apoyo del padre de mi hijo. A mis papás aún no les he contado porque la verdad tengo miedo de su reacción.
Yo he evitado ir a visitarlos en los últimos dos fines de semana, aunque como usted sabe, las mamás son muy intuitivas y la mía ya sospecha algo, pues insiste en que si no voy, es por que algo está pasando.
Hay días en que trato de no pensar en el futuro, pues en cierta forma me siento tranquila porque tengo un buen trabajo, que es primordial a la hora de tener un hijo, además tengo buenas prestaciones en la empresa y sé que todo saldrá bien.
Lo que realmente me tiene triste y a la vez decepcionada es la manera tan cobarde en que actuó mi ex. Jamás me imaginé que luego de tantos años a su lado reaccionaría así ante la noticia de la llegada de un hijo. Muchas veces platicamos sobre esos planes, de cuántos hijos tendríamos y nos ilusionaba mucho pensar en esos días tan especiales.
Los últimos dos años vivimos juntos, así es que literal, éramos como un matrimonio. Estoy confundida y me siento herida y traicionada por alguien a quien no le interesaba vivir su vida a mi lado. Ahora me doy cuenta que no todo es lo que parece y que si un día dicen amarte, al día siguiente corren sin dejar rastro.
Por otra parte me siento tranquila y feliz porque voy a ser madre, es un sueño, que como otras mujeres, tenía. Ahora es una realidad y hay una vida creciendo dentro de mí. Lucharé por ese bebé todos los días de mi vida, sin esperar a tener a alguien a mi lado.
Me siento también muy dichosa y justo ahora que estoy escribiendo estas palabras, me siento más segura de mí misma y estoy decidida que hoy les daré a mis padres la noticia de que pronto serán abuelos. No me preocuparé por el “qué dirán”, soy una mujer libre y dispuesta a afrontar cualquier situación o dificultad que se me presente.
Me queda claro que los tiempos de Dios son perfectos y si Él me está mandando a este pequeño ser, es por algo, tengo una misión en esta vida y quiero cumplirla feliz. Gracias por leerme Ana, escribirle ha sido una especie de terapia de liberación y aunque sé que quizá tarde algún tiempo en sanar esta herida que hoy tengo, estoy dispuesta a aceptar lo que la vida me manda.
Le envío un abrazo y le doy las gracias por siempre tener las palabras justas para cada uno de los que recurrimos a usted en este medio de comunicación tan importante en nuestra ciudad.
Anilú.
ESTIMADA ANILÚ:
Jamás en tu vida dudes que todo lo que llega a ti es con un propósito. Ahora Dios y la vida te están bendiciendo enviándote un bebé, y tu labor ahora será luchar por él, sacarlo adelante y guiarlo por el buen camino.
Quizá la vida en determinado momento pone a alguien más en tu camino y si así será, solo tu sabrás tomar la mejor decisión. Por ahora, disfruta cada momento y comparte tus alegrías con tu familia y no dudes que ellos de la misma forma se alegrarán y te acompañarán de ahora en adelante.
Hay personas que definitivamente no deben de estar en nuestra vida y de pronto sucede que se van. Es difícil pero no imposible superar esa pérdida, sobre todo cuando un corazón late dentro de ti. Te mando un abrazo de regreso deseando que te encuentres cada día mejor.
ANA