Saltillo, el reino de la mota: vendedor

 Saltillo.- La pregunta que hago es directa y a muchos les resulta algo incómoda, pero no son ajenos a ella: ¿dónde encuentro consumidores de metanfetamina en Saltillo?

Alguien me dijo: “yo conozco gente que fuma o ha fumado, pero son contados, muchos no son de aquí, vienen de paso, es que la ‘meta’ no se mueve mucho en la ciudad”. 

El hecho lo confirmó un vendedor en Saltillo, quien afirmó que aquí se consume mariguana, de hecho, se atrevió a decir que es el reino de la mota, también aseguró que tanto el cristal como las metanfetaminas solo las consumen los ricos. 

Conocida por los nombre de “meth”, “meta”, “hielo”, “vidrio”, “cristal”, la metanfetamina es una droga sintética, popularizada en los últimos años gracias a la serie estadounidense “Breaking Bad”, cuya trama se centra en un profesor de química con un cáncer terminal que “cocinó” la droga para dejar un sustento económico a su familia.

En Estados Unidos es un problema de salud pública, donde el oeste del país —ciudades como Honolúlu, Seattle, Los Ángeles, Missouri, Tenesse e Indiana, entre otros— son áreas con mayor consumo de la droga desde 2008, según la DEA.

Por su parte, en México son cada vez más frecuentes las incidencias de decomisos de esta droga, incluso la desarticulación de laboratorios clandestinos donde se fabrica, muchas veces ubicados dentro de áreas populares.

La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU, señaló que entre 2008 y 2012 hubo un aumento de más de ocho toneladas en el decomiso de metanfetamina, sin embargo, tal producción tenía como destino EUA, donde es mayor el mercado de consumidores.

En el País no ha pasado desapercibida la presencia de esta droga, pues en estados como Sinaloa se han desmantelado laboratorios clandestinos e, incluso, aquí en Saltillo hubo un decomiso de 45 kilos de “metas”, el pasado 22 de octubre.

‘Hielo’ mortal
Pregunté a Alba García Reséndiz, química farmacobióloga que radica en Monterrey, sobre la sustancia para entender más sus efectos, su forma, su método de obtención y qué tan fácil es fabricarla para que haya tantos laboratorios clandestinos.

“La metanfetamina es un químico sintético, se obtiene con un precursor, la metilamina, que es un químico muy caro el cual por lo general se lo roban o lo venden en el mercado negro” relató Alba.

Éste químico pasa por un proceso de cristalización donde, luego de ser combinado con otras sustancias, la solución es sometida a altas temperaturas para después enfriarla drásticamente y someterla a muy altas presiones.

Los cristales que se obtienen pueden ser medidos mediante técnicas de rayos X, con lo que se puede medir su grado cristalino y amorfo, habiendo una relación que consiste que entre mayor sea su grado de cristal, más puro es.

“La metilamina es de la familia de los compuestos orgánicos aminas-amidas, cuyo componente principal es el nitrógeno; para sintetizar meta también se usan ácidos muy tóxicos como el sulfúrico, amoniaco y ácidos nítricos, si la reacción no queda al 100 quedan mezlcadas estas sustancias en la meta” explicó Alba.

Como el “cristal” actúa directamente sobre el sistema nervioso central, generando sensaciones de bienestar, placer, euforia y bienestar, uno no se da cuenta que las sustancias impuras -que viajan en la meta de baja pureza que circula por las calles- los daña terriblemente.

“La forma de sintetizar meta y los compuestos que tiene son tan dañinos que en los terrenos de los laboratorios clandestinos donde se crea la droga quedan degradados, con la tierra contaminada, junto con su microbiana, pasando a ser tierra muerta” explicó la química.

No obstante, su fabricación es fácil si se cuenta con los conocimientos necesarios, además, la impureza de la meta que circula por la calle es que los narcos sustituyen muchos de sus ingredientes por químicos domésticos.

Es por esto que los ácidos y otras sustancias que se usan en laboratorios clandestinos son destapacaños, fósforos, líquido de freno para carros, cosas que se consiguen en tiendas pero que generan gases tóxicos y producen un “cristal” corrosivo, de baja calidad, venenoso… pero con los efectos placebos deseados.

Venta limitada
Mi camino me condujo hasta el norte de la ciudad, donde me dijeron que podría encontrar “puntos de venta” si le preguntaba a los taxistas que rondan los antros que se ubican sobre dicho sitio.

Otros más me sugirieron entrar en los establecimientos nocturnos y preguntar a los guardias de seguridad o a las personas que se paran junto a los baños, quienes supuestamente son los distribuidores al interior de esos negocios.

Una persona —de quien debo omitir sus datos— me especificó la dirección de una “tiendita”, de la que sólo puedo decir que se ubica en el norponiente de la ciudad, una vivienda que se confunde con todas las del vecindario.

No obstante, el vendedor me dijo que sólo se trata de un domicilio provisional, pues tiene que cambiar su residencia constantemente y nunca se queda más de un par de meses en una colonia, esto para evadir a los “puercos” de la Policía.

No es una casa grande: dos habitaciones, un baño completo, una cochera donde hay una moto, para las entregas a domicilio, y una sala comedor. Es en una de esas habitaciones donde guarda la mercancía.

“El éxtasis es lo que te puedo ofrecer, cristal te consigo hasta la otra semana” me dice luego de sacar una cajita con algunas pastillas, que no tienen mucha diferencia a una aspirina o un desenfriolito. “No son cristales, pero derivan de la meta”, cada pastilla con valor de 200 a 250 pesos.

“Creo que aquí es el reino de la mota, sólo los ‘fresas’ compran ‘meta’ porque, la neta, si está cara, (la mota) consigues desde 50 pesos y en todos lados, yo para conseguir (meta) voy hasta San Luis o a Monterrey” me explica el vendedor.

“Es un buen viaje, te hace olvidar el dolor, te da mucho placer, pero el bajón es como una cruda de dos semanas, te da bien fuerte, yo creo que es ahí donde buscan más, sé que puedes quedar chisqueado o tocado, pero es lo que hay”,  concluyó.

 Recuperación
> Para los adictos a las metanfetamina, la recuperación dura más de 2 años.
> Tras someterse a los tratamientos de abstinencia aseguran una recuperación de las funciones motoras y verbales sólo después de dos años sin probar la droga.
> Aseguran que aún así, la recuperación no es total.