Saltillo, 440 años con ‘sangre’ migrante

Al poniente de Saltillo suena el silbato del tren, y el oído de “La Llave de Tierra Adentro” se despierta con un estruendo que palpita en las ventanas de las casas que disfrazan a uno de los pueblos más antiguos, que se internaron en medio de la Sierra Madre Oriental.

Y pensar que al igual que miles de centroamericanos, y paisanos que viajan todos los días en los techos de “La Bestia”, fue que llegamos los saltillenses a esta tierra desde hace 440 años en busca de nuevos horizontes.

Aunque hay hallazgos arqueológicos que dicen que el primer hombre que pisó Saltillo lo hizo hace 20 mil años, la historia más reconocida en nuestro ADN, es la que nos cuenta la fundación de esta capital. 

Pero con el paso del tiempo, las nacionalidades que convirtieron a nuestro pueblo en una ciudad de más de 800 mil habitantes, empezaron a contarse con todos los dedos del cuerpo.

Al igual que todas las ciudades de América Latina, Saltillo es una urbe que brotó gracias al espectro de la migración, y sus cualidades fueron descubiertas con los gajes de la conquista española, y el desplazamiento de las culturas chichimecas. 

Sin embargo, a diferencia de muchas otras, según múltiples teorías oficialistas, Saltillo es la ciudad más antigua del norte de México, y la primera elegida por miles de migrantes desde la época virreinal como un lugar ideal para vivir.

¿Cuántas veces hemos escuchado el famoso “Nosotros venimos de:…”, “Mi familia es originaria de…”? Y de pronto, nos percatamos de que vivimos en una ciudad que aloja múltiples ideas. La historia una y mil veces contada por todos los foráneos que Saltillo recibe año tras año, tiene un pasado que las representa.

Hoy, hablamos de que el espectro migratorio que se vive en la ciudad, se debe a cuestiones estudiantiles o profesionales, industriales o de comercio. 

Pero por estas calles que fueron tierra semidesértica, pasaron tribus antiguas nómadas como: los Comanches, Kiowas, Wichitas, Caddos, Kichais, Tonkawas, Tobosos, Mescaleros, Tepehuanes, y Lipanes, que fueron ahuyentados por la civilización.

“De ser una ciudad pobre, triste y de paso, desde épocas muy tempranas tuvo una relación interétnica muy intensa para estar tan alejada de la metrópoli, que su destino era formar una ciudad interétnica”
Carlos Recio  

LA FUNDACIÓN

Saltillo fue fundada con la llegada de españoles vascos y portugueses, al mando de Alberto Do Canto e Dias de Vieira, quien bajo su casaca y el casco de hierro, bautizó al pequeño pedazo de tierra como la “Villa de Santiago” alrededor del año 1577. 

El deseo virreinal de aquel entonces, era multiplicar las ambiciones conquistadoras y explotar las posibilidades agrícolas que ofrecía el gran reino de la Nueva Vizcaya.

Después, los españoles se dieron cuenta que la idea no era fácil. Los huachichiles y borrados que ya eran nómadas de la región, no accedieron rápido a la imposición y el saqueo, provocando que la Villa pidiera auxilio. “Queremos irnos, los ‘chichimecas’ nos atacan”, fue el mensaje enviado al virrey don Luis de Velasco, el que posiblemente cambió el rumbo del lugar que hoy habitamos.

La solicitud fue respondida, y fue por fin en 1591, cuando llegaron las 91 familias tlaxcaltecas que formaron San Esteban de la Nueva Tlaxcala, pero estos fueron los primeros avistamientos que formaron a la cosmopolita.

El historiador y académico Carlos Recio Dávila, hizo un minucioso análisis de la historia de Saltillo, y el espectro social que ha congregado a la ciudad a lo largo de los siglos.

En su investigación, destaca que a lo largo del periodo Virreinal, la migración hacia San Esteban y la Villa de Santiago estuvo congelada; sin embargo, una de las razas que se unió para conformar el color de piel de la región, data de la llegada de afroamericanos esclavos que fueron comprados para la explotación agrícola, aunque su color de piel se fue desvaneciendo bajo el completo mestizaje.

La historia cuenta, que Saltillo no sólo ha recibido a una gran cantidad de migrantes con el paso de los años. También señala, que además provocó la migración que eventualmente contribuyó a la fundación de otros lugares importantes como Monterrey, Monclova, Bustamante, General Cepeda y San Antonio, Texas; actividad por la cual, ambas villas de aquel entonces han obtenido el sobrenombre de “La Llave de Tierra Adentro”.

“Así fue hasta la Independencia, cuando llegaron personas italianas, después irlandeses y un pequeño grupo de franceses. Entre ellos estuvo la fundación de La Hibernia de Saltillo. Sin embargo, muchos venían con intereses comerciales, y esta migración no fue muy significativa a nivel social”, dijo Recio Dávila.

En 1824, la Villa de Santiago cambió el nombre a Leona Vicario, y San Esteban de la Nueva Tlaxcala a Villalongín, y poco después se unieron formando Ciudad Leona Vicario, donde los españoles subordinaron el gobierno, conllevando a la pérdida de tierras tlaxcaltecas, pero abriendo pie a más mestizaje.

Carlos Recio dijo que, posteriormente la migración más importante que tuvo la ciudad en lo que concierne al siglo XX, se dio entre 1918 y 1980, cuando libaneses y palestinos llegaron, debido al desplazamiento forzado por los conflictos con potencias europeas, y los estragos de la Primera Guerra Mundial. 

CIUDAD CONSERVADORA

La ciudad, según algunas voces, todavía es catalogada como una de las grandes conservadoras en el territorio coahuilense. 
Carlos Recio, narra que en la década de los 60, un gran número de norteamericanos llegaban verano tras verano a visitar la ciudad, por convenio con la Universidad Interamericana; en su visita traían a ¿saltillenses ligeros brochazos de nuevas culturas, nuevos aires, e ideas menos conservadoras.

Fue a partir de finales de los 70, cuando en Saltillo comenzó el auge  de la industria automotriz, las nuevas modas, la tecnología, el boom de la televisión y el apego a la industrialización que atrajo a norteamericanos, franceses, alemanes, indios y coreanos. Por otro lado la fundación de la Universidad Autónoma de Coahuila le dio el rostro joven a la migración de estudiantes de toda la entidad, e incluso de otras partes de la República.

“Saltillo es una ciudad tachada como conservadora porque se está en condiciones ya de una mayor apertura, y todos genéticamente tenemos información migratoria. 

“De ser una ciudad pobre, triste y de paso, desde épocas muy tempranas tuvo una relación interétnica muy intensa para estar tan alejada de la metrópoli, que su destino era formar una ciudad interétnica”, asegura Carlos Recio.

Las cifras del INEGI, indican que anualmente llegan a Coahuila poco más de 70 mil migrantes de todas partes del País, y por lo menos el 40% de ellos, escoge Saltillo como su primera opción.
“Nosotros no podemos decir que somos invasores o que nos invadieron. Porque somos las dos cosas al mismo tiempo. Hay que dejar que el flujo humano recorra el espacio. No debemos estar con el regionalismo que no acepta al extranjero, siendo que nuestro origen también lo es”, agrega Carlos Recio.

“A lo largo de la historia es una amalgama muy compleja. No hay saltillense puro”, señaló Recio.

DESARROLLO ECONÓMICO

* En 1827 la ciudad se bautiza como Saltillo, a la que llegaron tiempo después diversos personajes.

* Entre estos destaca Guillermo Purcell, quien reforzó el flujo hacia la ciudad debido a las inversiones económicas que hiz.

* Estas lo colocaron como el primer presidente fundador de la Cámara de Comercio.

* Al igual que hoy, los países adyacentes a Medio Oriente han sido víctimas del desplazamiento por guerras y ajustes ideológicos.

* Y estas han logrado exportar a miles de migrantes cada año a distintas ciudades del mundo; Saltillo es una de ellas.

70 mil migrantes de todas partes del País llegan a Coahuila, y por lo menos el 40% de ellos, escoge Saltillo como su primera opción.

Con un pasado rico en historia donde convivieron varias etnias, Saltillo es hoy una de las mejores ciudades para vivir

El historiador Carlos Recio dice que la migración más importante que tuvo la ciudad, se dio entre 1918 y 1980, cuando libaneses y palestinos llegaron hasta aquí, debido al desplazamiento forzado por los conflictos que tenían sus dirigentes contra las potencias europeas, y por los estragos de la Primera Guerra Mundial.

Incluso, algunos de ellos, llegaron desde Belén, pero debido al régimen cristiano al que estaban incorporados, nunca hubo rastros de mezquitas en alguna parte de la ciudad, y es debido a ellos, que fue fundada la Plaza del Migrante en la ciudad.

“Saltillo a lo largo de la historia es una amalgama muy compleja. No hay saltillense puro”, señaló.

70  mil migrantes de todas partes del País llegan a Coahuila al año.