Saltillense hace del Nacimiento una tradición familiar
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Desde hace 45 años Martha Oyervides coloca su Nacimiento para agradecer las bendiciones recibidas
Hace 45 años que Martha Oyervides inició con una de las tradiciones en su familia: colocar su primer Nacimiento formado por figuras de yeso, cerámica, plástico, acompañadas de heno, papel roca y trozos de madera. Mide un metro y medio de ancho por cuatro metros de largo aproximadamente, y tarda en ponerlo tres tardes o un día completo sin meterse a la cocina.
Desde niña, en casa de sus papas y sus abuelos Martha disfrutaba junto a sus hermanos colocar pieza por pieza el Nacimiento hecho de pasta, disfrutaban ver quebrarse las esferas en los primeros momentos en que eran puestas en la orillita de las ramas del árbol de Navidad. Aunque ahora —dice— las cosas están tan cambiadas que ni las esferas se quiebran.
Las fechas para poner el Nacimiento no deben ser antes del 12 de diciembre —día de la Fiesta Guadalupana— ni después del 16 del mismo mes, cuando inician las nueve posadas antes del nacimiento del Niño Jesús.
En este montaje Martha plasma cada una de las épocas del nacimiento y vida de Jesús. Desde la huida, cuando María y José se dirigen hacia Egipto, el nacimiento del niño en un pesebre y es visitado por los tres Reyes Magos, hasta cuando Jesús está con su padre cuando era carpintero y es bautizado en el río Jordán por Juan el Bautista.
Sus primeras figuras fueron algunos borreguitos de plástico, un Niño Dios de yeso que ha quedado amarillento con el paso de los años. No sabe cuánto ha invertido en ponerlo, porque muchas figuras se las han regalado, y sólo compra cada año el musgo que pega sobre el papel roca.
Martha es madre de cuatro hijos, cada uno ha heredado la tradición de montar un Nacimiento para agradecer las bendiciones que recibieron durante año.
“Cada uno de mis hijos tiene su Niño Dios. A unos se los han regalado y ellos deben de hacerles su rosario, es lo mínimo que podemos hacer para agradecer la salud y la unidad que nos mantiene”. Según la tradición católica, en cada hogar únicamente debe haber un Niño Dios, aunque Martha tiene cuatro que le han regalado.
Antes del 2 de febrero los fieles que coloquen el Nacimiento en su casa deberán programar la “levantada”, un rosario a beneficio del Niño Jesús en el que se acostumbra que al terminar sus dueños ofrecen una cena o pequeño convivio para recibir a los “padrinos” y a otras visitas.
“La levantada debe ser antes del Día de la Candelaria, luego se cuentan nueve días y el décimo se puede retirar el Nacimiento y el Pino de Navidad, no antes”, dice Martha, quien en sus ratos libres se dedica a pintar figuras de cerámica, e incluso dibujó un mantel con pintura acrílica.
“Yo trato de aprovecharlo, porque hacer esto me ayuda como terapia”.