Quiere salvar a Luis Miguel

Carlos Bremer es un empresario regiomontano cuyas relaciones y negocios a nivel nacional lo han colocado como uno de los más exitosos, principalmente como promotor del deporte y del cine en nuestro país. A pesar de haber apoyado a muchos famosos para que sus carreras despegaran, él mismo nunca ha pretendido convertirse en una celebridad. Sin embargo, en los últimos tiempos, su rostro se hizo un poco más conocido por haber participado en el reality show Shark Tank México: negociando con tiburones, como coach de los participantes, quienes eran aspirantes a empresarios.

Por su posición en el mundo empresarial y por su gran talento para convertir en oro todo lo que toca, llamó mucho la atención de los medios de comunicación y del público en general, que Carlos Bremer ofreció ni más ni menos que al mismísimo Luis Miguel, ayudarlo a reactivar su carrera. Cabe recordar que el intérprete de Cuando calienta el sol tiene muchos años estancado en el mundo oscuro de quienes ya no ocupan lugares en las listas de popularidad. Aquellos años en los que Luis Miguel era el ídolo indiscutible de las masas, se quedaron en los libros de historia…y en las videocaseteras.

Cabe recordar que desde 2015 El Sol no ha hecho más que nublarse y tropezar. Conciertos cancelados con el público ya esperándolo en el recinto, incumplimiento de contrato con Alejandro Fernández por el que recibió un adelanto de 5 millones de dólares, demandas en los Estados Unidos y, por si todo esto fuera poco, arreglos estéticos que dejaron su rostro y cabellera tan irreconocibles que ya no se sabía si estabas viendo al abuelo de Luis Miguel o a un imitador bastante malo del cantante. Una vida tan desastrosa que no se le desea ni al peor enemigo.

Pero Carlos Bremer se apiadó del héroe caído y asegura que él podrá reactivar con gran éxito la carrera moribunda de alguien por el que ya nadie daba tres pesos. El empresario declaró, en entrevista con una conocida periodista regiomontana, que quiere reactivar a Luis Miguel para que sea incluso mejor de lo que llegó a ser en su momento. Pero Bremer no es ingenuo y también dijo que tiene muy claro que, en los últimos tiempos, el emproblemado artista ya no era tan cumplido ni serio como antes. Y que ya le dijo a Luismi muy claramente que tenían que cambiar la mala impresión que ha dejado en el público.

“Hay que hablarle muy derecho porque luego es muy chiflado; digo, como fue una gloria en todos los países y en todo” dijo Carlos Bremer con la seguridad de aquellos líderes empresariales que no caen de rodillas ante las exigencias histéricas de los divos. Para todos aquellos que no lo sabían, este hombre que pretende sacar a Luis Miguel del fango, ha apoyado enormemente las carreras de figuras como el boxeador Saúl “El Canelo” Álvarez y del beisbolista Adrián González. Además ha sido productor ejecutivo de algunas exitosas películas mexicanas. Amigo cercano de Carlos Slim Domit y de Miguel Alemán Magnani, tiene los recursos y las credenciales más que suficientes para rescatar a Luis Miguel. Ahora vamos a ver si este se deja y no lo arruina todo.

El problema que pudiera tener Luis Miguel con esta nueva oportunidad, que no a cualquiera le cae en la vida, es el exceso de soberbia. Bien pudiera ponerse en un plan tan inalcanzable y poco disciplinado que ni un ejército de empresarios pudieran hacerle entrar en razón y ponerlo a trabajar. Hay que recordar que toda su vida ha tenido serias dificultades para relacionarse sanamente con cualquiera, ya sean sus padres, parejas, hijos, amistades, socios, empleados o colaboradores. Digo, la relación más fuerte e intensa que Luis Miguel ha tenido en la vida, es la que lleva tiene con el espejo. ¡Imagínense! Así que…¡sólo queda desearle suerte!

Como comentario final, quiero pedir a todos ¡que no se confundan! Ahora que salieron las fotografías de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet abrazados y disfrutando de la temporada vacacional en Saint, Tropez, Francia, montones de románticos sin remedio suspiraron pensando que este par de estrellas hollywoodenses por fin estaban dispuestos a recrear en la vida real la intensa relación que interpretaron en Titanic. ¡No señores! Esos dos efectivamente se adoran, es muy obvio. Pero no es una avasalladora pasión sexual, más bien es ese cariño entrañable y familiar en el que te refugias cuando las cosas no van bien.