¿Qué hacer frente al neo-proteccionismo trumpiano?

Nadie en su sano juicio enfrenta a golpes al vecino o compañero bravucón, aunque éste haya provocado y agredido; menos aún si este valiente solo en apariencia trae guaruras; armas de fuego reservadas para ejército; es millonario y muy influyente. Esta prepotencia es la que está mostrando el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos (EU), PotUS (President of the United States), quien además juega con Twitter a través de dos cuentas @realDonaldTrump y @POTUS.

Con desplantes de soberbia y tiranía, más que mostrar categoría y respeto a la investidura del sistema presidencial democrático más antiguo del mundo, a base de tuits de contenido absurdo, ha logrado degradar el cargo que representa al país más poderoso del orbe.

Donald J. Trump (DJT), en menos de una semana, ya le echó pleito a Japón, a Alemania, a China y a los propios estadounidenses con el acceso a seguros para la salud. Al primer ministro Abe de Japón le preocupa que EU cancele su participación en el Tratado Transpacífico (Transpacific Partnership); a Alemania y a la canciller Angela Merkel las ha amenazado con desmembrar a la Unión Europea y critica su benevolencia para recibir a los inmigrantes del destrozo de Siria. Sus declaraciones y órdenes ejecutivas están causando estragos. Y el acercamiento con Canadá, país con el que tiene un tratado bilateral de comercio, para mostrar su clara intención de seguir usando el TLCAN como instrumento de extorsión con México, es deplorable.

México es un país amigo, es un aliado y es un socio comercial fundamental de la relación bilateral con EU. De enero a noviembre de 2016 México tuvo un superávit en la balanza comercial (exportaciones menos importaciones) de 58 mil 409 millones de dólares (mdd) con información del Census Bureau. En ese mismo período el superávit comercial de China con EU fue de 316 mil 654 millones, 5.4 veces más. El déficit en la balanza comercial que tiene EU con la Unión Europea asciende a 133 mil 861 mdd. Claramente y por mucho, bajo ninguna circunstancia México es el causante del gran déficit comercial de EU. De 1994 a 2015 Estados Unidos ha creado 25.1 millones de empleos; en ese mismo período México creó 9.3 millones de nuevos empleos, mientras que Canadá 4.3 millones (ver El TLCAN en Cifras www.tlcanhoy.org). Tan sólo de julio de 2008 a diciembre de 2016 el número de personas empleadas en EU ha pasado de 137.5 millones a 145.3 millones.

¿Cómo enfrentar las agresiones de DJT? Con cabeza fría y temple; aquí el que se enoja pierde. Con muy buenos datos y mejores análisis. Es básico el diálogo para poder negociar y encontrar las oportunidades para que ambas partes ganen; éste es el principio fundamental del comercio internacional. Lo paradójico: México tendrá que convertirse en un adalid del libre comercio y convencer. Hoy es el mundo al revés, China en el World Economic Forum pidiendo a EU respete el libre comercio.

México debe ser atractivo para que lleguen y se queden las inversiones, no sólo de las grandes empresas trasnacionales, sino de pequeñas y medianas empresas de todo el mundo. EU recibe en promedio más de 200 mil mdd anuales de inversión extranjera directa; al tercer trimestre de 2016 México sólo recibirá 19 mil 772 mdd. Ergo, México no es una amenaza económica. El TLCAN es el instrumento para que México y EU reduzcan mediante la productividad y la cooperación económica el gigantesco déficit que ambos países tienen con China.

Tenemos que tener una agenda muy clara para la unidad nacional, que contenga al menos lo siguiente: uno, México es primero y lo es para los mexicanos si logramos que cada centímetro de nuestro territorio nacional sea más atractivo para retener y atraer a los millones de compatriotas que, por falta de oportunidades, buscan emigrar o han emigrado para alcanzar mejores niveles de bienestar. Los altos estándares de vida en EU los han logrado porque sus autoridades federales, estatales y locales han hecho que la Ley impere, se aplique. Porque han invertido en educación y han hecho que el mérito sea reconocido. Por lo tanto, la prioridad es Estado de derecho y cero tolerancia a la corrupción. Por la corrupción las mejores reformas estructurales sirven para tres cosas: enriquecer más a los que más tienen; perpetuar la pobreza y fomentar programas y proyectos populistas para cultivar bases electoras que sirvan para conservar o a acceder el poder político. Urge que nuestras instancias judiciales (federales y estatales) den certeza y seguridad jurídica a todos, y por supuesto a las inversiones.

Como lo mencionara Leonardo Curzio en su programa radiofónico: el desafío que tienen los negociadores mexicanos y de todos con quienes ya entabló agresiones es convencer a DJT para que evolucione del “Make America great again” al “Make America Smart again” (de “hacer a EU un gran país de nuevo” a “hacer a EU un país inteligente de nuevo”).

Twitter: @jchavezpresa