PRI y PAN, una ‘caldera política’ rumbo a junio
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El PAN y el PRI viven horas en que su vida interna se ha convertido en una “caldera política”, aunque con diferentes decibeles para el exterior.
Por un lado vemos cómo el PAN mantiene una “herida” abierta que aún no es suturada, luego que liderazgos locales han mostrado su malestar por las decisiones que se tomaron junto a la cúpula nacional.
El paso de las horas no ha amainado la molestia de Luis Fernando Salazar, luego de que el lunes retirara un mensaje de Facebook en donde llamaba traidor a Ricardo Anaya, dirigente nacional del albiazul; podría pensarse que en una calentura decidió postear un mensaje de ese tipo.
Pero ayer, ya con varias horas para pensar qué decir y cómo actuar, el Senador con licencia decidió irse de nueva cuenta en contra del dirigente al reiterar el espíritu de su mensaje en redes sociales, pero ahora a través de un video.
En ese mismo material, Salazar –sin llamarlos por su nombre– cuestionó la participación de dos aspirantes a los que llamó “apócrifos”, en el proceso de definición de su partido.
En este espacio, ayer lo reseñábamos: el PAN, para resultar con mayor vigor en las elecciones del próximo junio, deberá encontrar la forma de sanar esas heridas y buscar la cohesión entres sus diferentes liderazgos. En caso de no hacerlo, podrá alejarse de la victoria, que como ellos mismos han dicho, esta es su gran oportunidad de que se dé por primera vez la alternancia en Coahuila.
Por otro lado, el PRI mantiene una “caldera” más reservada, con definiciones puertas adentro, sin que exista ruido en el exterior que pueda afectar en su camino hacia el 4 de junio.
Ayer, Hilda Flores –la única aspirante saltillense con fuerza que se mantenía con vida– decidió declinar en sus aspiraciones.
Esto acerca muchísimo más a Miguel Ángel Riquelme para ser ya oficialmente el candidato tricolor a la Gubernatura. Este miércoles se registrará ante los organismos internos del PRI, y sólo una gran sorpresa lo llevará a tener competencia interna.
En las últimas semanas, hemos visto cómo priístas que habían mostrado su intención por contender por el abanderamiento, deciden declinar sin dar una explicación clara de las razones que los llevan a dejar la carrera de la sucesión.
Ayer fue Hilda Flores, pero antes fueron Jericó Abramo, Enrique Martínez y Morales, Alejandro Gutiérrez, por decir algunos.
El mensaje de Hilda no deja en patente cuáles fueron los verdaderos motivos para no participar en la contienda interna.
Seguramente esos razonamientos debieron de discutirse internamente en el Partido.
En ese tenor, ambos partidos han tenido un “hervidero político”, aunque con diferentes imágenes hacia el exterior.
Veremos qué estilo es más redituable política y electoralmente para el próximo 4 de junio.