¿Posó desnuda la amante de Hitler?

Las imágenes muestran esa 'belleza aria' del tipo que hacía emocionar a Adolfo Hitler, un bella y desnuda mujer en el alba de su vida bañada por el amanecer mientras presume sus curvas ante la cámara.

Pero un coleccionista austriaco asegura que la mujer de esas fotos no otra sino Eva Braun, la longeva amante, y corta esposa, del Führer nazi.

El coleccionista, quien sólo se identificó como Bernard, dijo al Bild que había analizado todas las fotos de Eva Braun que pudo encontrar, por lo que asegura que claramente es ella.

Él compró las fotos a un vendedor de antiguedades en Salzburgo, el cual contó al Bild que 'una mujer llegó a mi tienda hace 9 años. Tenía una caja de fotos, que encontró en una casa, en el ático'.

Entretanto, diversos expertos no se ponen de acuerdo en si la mujer de dichas imágenes es, efectivamente, la famosa Eva Braun.

En 1943, cuando las fotos fueron tomadas, Eva vivía casi exlusivamente en su casa de verano de Berghof. La ciudad rusa de Stalingrado ya había caído y Hitler residía principalmente en sus cuarteles de Rastenburgo, en el Este de Prusia.

Heike Görtemaker, un biógrafo de Eva, no cree que ella hubiera posado en esas fotos cuando en ese momento Alemania estaba avanzando sobre Stalingrado. Un punto vital de la guerra. 'Es muy, muy improbable que ella posara así sola con el fotógrafo', dijo. 'No creo que sea ella'.

Eva permaneció desconocida para los alemanes durante los 12 años que duro el Tercer Reich. Hitler quería mantener el mito del 'matrimonio' para la gente. Pero el 30 de abril de 1945, dentro de su 'búnker', Hitler se casó con ella mientras los rusos avanzaban hacía la capital del 'Reich', destruyéndolo paso a paso.

Horas después ambos fueron econtrados muertos, se habían suicidado. Sus restos los cremaron y fueron repartidos. Las cenizas fueron encontradas por agentes rusos en diversas locaciones a través de la Alemania del Este, la última en 1970.

Aquel día las tropas de la Armada Roja desenterraron sus restos una última vez, los bañaron en petróleo, los quemaron y repartieron las cenizas que quedaron en un río cerca de Magdeburg.