El agua que nos falta

Vida
/ 24 octubre 2017

    “Una vez que se hayan terminado la proyectada presa cerca de Engle, Nueva México, y el sistema auxiliar de distribución al efecto, y tan luego como haya agua disponible para el objeto en dicho sistema, los Estados Unidos entregarán a México un total de 60 mil acres pies de agua anualmente, en el lecho del Río Grande y en el punto en donde se encuentran ahora las obras principales de la Acequia Madre, conocida con el nombre de Viejo canal mexicano, arriba de Ciudad Juárez, México”.

    Convención (de 1906) entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América para la Equitativa Distribución de las Aguas del Río Grande.

    Cómo disfrutamos ver cortometrajes, documentales, obras de arte que hablan sobre el agua, su escasez o contaminación. Que si el encuadre, que si el guión creíble o no, que si la claridad del mensaje.

    Y mientras, la realidad ofrece documentados días fuera de foco. El agua se niega a salir o se hunde en los humedales y en los socavones que forma el suelo de salitre y lodo en Cuatro Ciénegas.

    Como leales hormigas, los expertos hacen estudios, aproximaciones, mediciones del agua que de allí brota. Es un territorio en disputa para intereses turísticos, inmobiliarios, agrícolas y ganaderos. Por un frente, los conservacionistas buscan proteger el agua; los científicos, la evidencia de vida del pasado, y los empresarios, su producción en masa y continua.  Por el otro, quienes son hombres de viento y sol quieren cultivar alfalfa u otros frutos que nacen en el desierto, que es lo que se hace en pequeñas porciones, para mantenerse, para alimentar a su escaso ganado, para activar la economía regional.

    Pero estos hombres de viento y sol no son los mismos que los hombres de los corporativos lecheros o grandes empresarios que por igual, reciben el agua para sembrar hectáreas y hectáreas de alfalfa sin pagar por ella. El agua se acaba. Voces e iniciativas nacen, consejos que operan interés por la protección del agua, un tema de seguridad nacional que no es discutido para Cuatro Ciénegas, pero cito este territorio por la cantidad de lecturas y miradas que hay sobre él.

    Inicié con un fragmento de un documento oficial firmado en su momento por Joaquín D. Casasus, embajador extraordinario y plenipotenciario de los Estados Unidos Mexicanos en Washington, y el secretario de Estado de los Estados Unidos, Elihu Root, porque en estas fechas con la actual administración del vecino del norte, existe un riesgo de la terminación de este caudal que nos ofrecen anualmente. Esto pone en jaque sobre todo a la región noroeste del país, y de paso por tanto a Coahuila. Si se llega a suspender la entrega de recurso hídrico, ni para el fracking vamos a tener. Así: tierras sin agua y envenenadas son un legado cercano. 
    claudiadesierto@gmail.com

    Nacida en Monclova, Coahuila. México, en Junio 3 de 1969. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Maestra en Historia de la Sociedad Contemporánea. Doctora en Ciencias y Humanidades para el Desarrollo Interdisciplinario. Ha publicado entre otros, “Los frutos del sol“ (Castillo MacMillan 2005) libro infantil y poemarios entre los que figuran Casa de sol (FECA-CONACULTA 1995), “Ruido de hormigas“ (Gatsby Ediciones, 2005), Carne para las flores, antología personal (Aullido libros, España 2011), Las flores desenfundan sus espinas, antología personal (Secretaría de Cultura de Coahuila, 2013) y “Donde la piel“ (Mantis Editores/CONARTE, 2019). Aparece en “Anuario de poesía mexicana“ (Fondo de Cultura Económica, 2006).

    Obtuvo el primer lugar en fotografía Coahuila luz y forma 2003. En poesía, recibió beca del FONCA, estímulos como joven creadora y como creadora con trayectoria del FECA y del PECDA en varias ocasiones. Fue becaria FORCA-Noreste 2011-2012, en Lima, Perú donde impartió talleres sobre poesía objetual. Como invitada de honor del Festival Internacional de Teatro Tánger 2013 en Marruecos, se leyó su poesía traducida al árabe. Parte de su trabajo también tiene versiones en inglés, alemán, portugués y francés. Entre las revistas en las que ha publicado, destacan el número inaugural de la revista de poesía contemporánea de Valencia “21veintiúnversos“, ( octubre de (2015), y “Lichtungen“ (noviembre de 2016) en el apartado “Literatura del norte de México“, en el que sus poemas fueron traducidos por Christoph Janacs.

    Fotografías medio ambientales, video poemas y atmósferas sonoras fueron exhibidos en la Galería Mohammed Drissi de Tánger (Julio-agosto 2021). Participó en la muestra de arte coahuilense titulada Segar el mar, dentro del 49 Festival Cervantino. Parte de su trabajo se encuentra en el portal virtual www.thenatureofcities.com, al lado de artistas medio ambientales del mundo. Actualmente es Directora de Divulgación Científica en el Museo del Desierto.

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