Nuevo veto migratorio de Trump entrará en vigor el jueves
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La prohibición afecta a refugiados de todo el mundo, así como a personas procedentes de Somalia, Irán, Libia, Sudán, Siria y Yemen. Ikak, que sí estaba incluido en el primer decreto.
El veto migratorio del presidente estadounidense, Donald Trump, que impide la entrada a refugiados y personas de seis países de mayoría musulmana en el país nortemaricano, entrará previsiblemente en vigor el jueves a pesar de las quejas de varios estados.
El decreto constituye el segundo intento de Trump impedir temporalmente y a gran escala la entrada de ciudadanos de países que considera relacionados con el terrorismo. El primer intento fracasó por la oposición de varios tribunales.
La prohibición afecta a refugiados de todo el mundo, así como a personas procedentes de Somalia, Irán, Libia, Sudán, Siria y Yemen. Ikak, que sí estaba incluido en el primer decreto, fue excluido tras negociar con el Gobierno en Bagdad. Además, ahora se podrá hacer excepciones con algunos refugiados.
Los ciudadanos que posean la tarjeta de residencia permanente o "Green Card" y los que que hayan obtenido un visado válido antes del 16 de marzo, cuando entra en vigor la norma, no se verán afectados por la media.
En general, el veto migratorio se aplicará a los refugiados durante 120 días y al resto de afectados durante 90.
Al igual que ocurrió con el primer intento, se presentaron numerosas demandas contra el decreto, aunque tienen pocas posibilidades de éxito debido a las mejoras jurídicas aplicadas al texto de la normativa.
Se espera que el primero en estudiar hoy el tema sea un tribunal en Honolulu, en el estado de Hawai. Un recurso de urgencia podría posponer temporalmente la entrada en vigor del decreto en todo el país.
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, explicó que el veto es necesario para frenar por un tiempo la entrada de extranjeros en el país, en el que se comprobará si las disposiciones existentes son lo suficientemente duras.
El veto migratorio sigue siendo muy polémico entre los expertos y se considera más bien una maniobra política.
Los críticos acusan a Trump de dirigir la medida particularmente contra musulmanes. Diversos estudios que sugieren que el origen de los inmigrantes no permite sacar ninguna conclusión sobre si en el futuro podrían ser terroristas.
