Muro Verde de Coahuila alteró los ecosistemas
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Los mezquites, los huizaches, chaparros, nopales, lechuguillas, carrizos, entre otras especies finalmente terminaron con los cientos de fresnos que se plantaron en el lugar
El muro verde que hace ocho años se levantó con árboles nativos de la región, en las márgenes del rio Bravo, en la frontera de Coahuila, jamás debió hacerse porque al mover las especies de su origen alteran los ecosistemas, consideró Carlos Flores Diego, director de ecología municipal.
Dijo que es responsabilidad del ser humano el preservar la flora y la fauna en su hábitat, porque el mover una especie a una parte de donde no es nativa o donde no está presente en un ecosistema, como fue el caso del mentado muro verde, la flora del lugar termina con ella.
Los mezquites, los huizaches, chaparros, nopales, lechuguillas, carrizos, entre otras especies finalmente terminaron con los cientos de fresnos que se plantaron en el lugar, dijo el ecologista, lo que a todas luces se trató de un asunto mediático en ese entonces y una mala asesoría que termino en un derroche de cuatro millones 200 mil pesos.
“Si nos damos una vuelta por la rivera del rio Bravo nunca vamos a encontrar especies como el fresno, ese no es su hábitat. Lo que debemos de hacer es proteger la vegetación nativa y nunca alterar un ecosistema”, insistió el biólogo.
Sustento que todo tipo de muros, sea verde o de cualquier color, de láminas, de árboles o de bloques de hormigón, cualquier tipo de barrera que se introduzca va a dividir las poblaciones, porque habrá poblaciones que ya no podrán traspasar esas barreras y el cruzamiento genético se va a interrumpir y esto es lo que sucede en el mecanismo de la generación de las especies.
“El aislamiento geográfico lleva consigo un aislamiento genético que hace que las características que se pasan de generación en generación evolucionen independientemente y eso puede dar origen a nuevas especies o hasta especies raras”, refirió.
El “Muro Verde” tenía como finalidad reforestar árboles en 500 kilómetros de frontera que comparte Coahuila con Texas y como protesta contra la construcción del muro que impulso el gobierno de Estados Unidos para frenar la migración ilegal, pero fue un fracaso porque las especies se secaron, no solo por falta de atención, sino porque fueron alteradas de su ecosistema, subraya Flores Diego.
En octubre de 2010, se denunció que el Muro Verde, iniciado el 27 de junio de 2008, estaba infestado de plagas que estaba acabando con las especies, sin embargo, poco tiempo después las autoridades ambientales reaccionaron y empezaron a destinar brigadas para fumigaran y replantaran especies nativas de la región, pero de nuevo en 2010 el paso se aflojo.
“Fue bueno en principio, porque se acordó como meta la plantación de 400 mil árboles, en un año a lo largo de 500 kilómetros, desde los municipios de Acuña, Jiménez, Piedras Negras, Guerrero e Hidalgo, con programas de reforestación, así como el fomento a la educación ambiental a través de diversas actividades, sin embargo, esto quedo en discurso, porque ya no se le dio seguimiento”, subrayó.
El gobierno de Coahuila contemplaba invertir más de 12 millones de pesos en la compra de árboles, aunque en la primera etapa se invirtieron 4 millones 200 mil pesos.