Mirador 28/04/17
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28 abril 2017
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Un hombre se iba a suicidar.
La mujer que lo amaba trató de disuadirlo.
Él le dijo:
–Dame una razón por la cual debo seguir viviendo.
Respondió ella:
–Tú.
–No es razón suficiente –opuso el hombre.
Continuó ella:
–Yo.
–Perdóname –replicó él–. Tampoco ésa es suficiente razón.
Dijo entonces la mujer:
–Nosotros.
Al oír eso el hombre supo que había una razón para vivir, y no se suicidó.
¡Hasta mañana!...
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