México no se arregla con gel
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“Es que no aplauden”.
“¿Por qué no ven cosas positivas como yo?”.
Sencillamente porque México no se arregla con gel, ni con un discurso que, como disco rayado, ya fastidió en México y, no se diga, en el extranjero.
Porque; no gastar bien, no gastar transparente, no rendir cuentas claras, no adelgazar la obesidad mórbida de los altos puestos y el medio millón de legisladores, mantener a tantos partidos políticos que pudren eso que en otros países se llama Democracia (con mayúscula).
Cuando en diciembre de 2015 el nuevo presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, exigió al Gobierno Federal y a los gobiernos locales a saldar los adeudos que tienen con proveedores y contratistas; ya que los retrasos e incumplimientos están llevando a la quiebra a miles de empresas y dejan sin trabajo ni recursos a millones de trabajadores y sus familias; Castañón a nombre de sus representados, expresó que los empresarios exigen verdaderos mecanismos que frenen la burocracia, además de concretar, ya, el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción.
También dijo que para que haya crecimiento es necesario garantizar el estado de derecho. Sin justicia, sin leyes que se cumplan y sin combate frontal a la impunidad, ningún avance será suficiente para crecer.
Otra razón de porqué “no aplauden” y “¿por qué no ven cosas positivas como yo?”, la respuesta también vino del Consejo Coordinador Empresarial (2015):
“Necesitamos confianza en nuestras instituciones, confianza en el respeto a la Ley y sus consecuencias. Queremos trabajar, crear, crecer, no perdernos en el burocratismo y tener acceso a la innovación”. Ninguna necesidad es necedad.
El año pasado, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró –colocando su mano derecha sobre su corazón– que concertaría la ruta de su gobierno para los próximos tres años; ésta sería concretar, renovar y consolidar un nuevo camino que brinde soluciones a los problemas señalados.
Peeero, en cuanto el Presidente tiene en su agenda un discurso, vuelve y vuelve a vanagloriarse de las reformas estructurales, como si tuviera una tecla pegada de reciclar lo que ha repetido hasta el cansancio.
¡Decídete a ser feliz hoy!
@_A_lfonsina