Lozoya pagó al contado una casa de 38 mdp poco después de cerrar la campaña de EPN en 2012
COMPARTIR
TEMAS
En 2012, cuando habría recibido de Odebrecht cuatro millones de dólares, Emilio Lozoya Austin, ex Director de Petróleos Mexicanos, tenía dinero, tanto que le alcanzó para pagar al contado 38.1 mdp por una casa
Ciudad de México.- En julio de 2012, el Instituto Nacional Electoral (en ese tiempo IFE) reconoció como ganador al priista Enrique Peña Nieto con 38.21 por ciento de la votación. En la sede de Insurgentes Norte del Partido Revolucionario Institucional (PRI) volvió la verbena como no había ocurrido en 12 años en que el Gobierno fue ocupado por el Partido Acción Nacional (PAN) y el tricolor sólo veía derrotas.
Emilio Ricardo Lozoya Austin, en ese momento Coordinador de Vinculación Internacional de la campaña, echó por sí mismo las campanas al vuelo. Por lo menos en sus compras. En noviembre pagó al contado una casa de 38 millones 175 mil pesos. Ocho meses antes, en marzo, quien se convertiría en Director de Petróleos Mexicanos (Pemex) del Gobierno peñanietista, le habría pedido al ex director de Odebrecht en México, Luis Alberto Meneses Weyll, cuatro millones de dólares como pago por haberlo ayudado a posicionar la compañía en Veracruz, según revelaron el diario brasileño O’Globo y la organización periodística mexicana el Quinto Elemento Lab.
El hecho de que Lozoya Austin tuviera millones de pesos en sus cuentas aquel año es un dato que él mismo dejó asentado en la primera declaración patrimonial que presentó en 2013 ante la Secretaría de la Función Pública (SFP), al ingresar a Pemex. Conforme al artículo 80 de la antigua Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, los funcionarios mexicanos podían hacer públicos sus bienes sólo si así lo deseaban. Y Lozoya, quien se inauguraba en un cargo de dirección del Gabinete ampliado, decidió hacerlo público y así lo dejó asentado.
Pero la transparencia del funcionario se agotó. Tres días antes de dejar el cargo, el 5 de febrero de 2016, presentó una última declaración con los datos cerrados por completo, sin la información visible de ningún bien patrimonial ni ninguna inversión. De modo que no puede conocerse con qué fortuna concluyó el cargo. Lozoya Austin dejó el asiento principal de la petrolera nacional cuando la ola del escándalo de OHL crecía con más nombres de funcionarios públicos implicados en presunta corrupción para beneficiar a la firma española. Lo relevó José Antonio González Anaya.
Si esto fuera una paleta cromática, los documentos públicos del ex funcionario irían de lo luminoso a la oscuridad. Sus inversiones son más claras en la primera declaración; pero en las siguientes, presentadas en 2014, 2015 y 2016 ya no hay ningún rastro de cómo ahorró su dinero. La declaración patrimonial de 2013 permite ver que Lozoya ahorraba en francos suizos, euros y dólares. Lozoya se limitó a compartir su escolaridad y su experiencia laboral. Así, exhibió una gran diferencia entre el documento que publicó el 10 de enero de 2013 y en el que incluyó sus ingresos mensuales netos (que ascendían a 722 mil pesos, compuestos por su sueldo de Pemex, por actividades comerciales y por actividades financieras), sus bienes inmuebles, muebles y 11 inversiones, algunas en dólares, otras en francos suizos, euros y a títulos equivalentes a 39 millones 009 mil 895 pesos
Cuando se inició la Administración peñanietista tenía cinco inversiones en dólares por casi 5 millones de pesos; dos en francos suizos por 94 mil 895 pesos y una más en euros por 33 millones 915 mil pesos. Tres más estaban a títulos. Si este dinero creció o disminuyó, no se sabe. Lozoya dejó de declararlo de manera pública. En su última declaración abierta, de mayo de 2015, sumó tres inversiones más a “organizaciones privadas” pero ya no especifica el monto ni el tipo de moneda.