Los mayos
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La palabra mayo significa ‘la gente de la ribera’. La palabra yoreme significa ‘el pueblo que respeta la tradición’
Ya casi por llegar al municipio de Ahome, Sinaloa, en un panorámico a un costado de la carretera se observa la fotografía del periodista de investigación Javier Valdez dentro de un recuadro. Valdez aparece sonriente y con un sombrero de paja.
Este periodista y fundador de Río Doce fue victimado por narcotraficantes hace poco más de un mes en Culiacán. Muchas veces lo habían amenazado con matarlo si seguía escribiendo artículos denunciando a los productores y expendedores de estupefacientes. Del año 2010 a la fecha han asesinado a más de 100 periodistas en México y la mayor parte de estos crímenes están impunes, como es el caso de la muerte violenta de Javier Valdez.
Ahome tiene como cabecera municipal la ciudad limpia y ordenada de Los Mochis. Su gente es amable, y en las comunidades rurales del municipio es donde se observa más el orgullo de los lugareños, pues mantienen sus casas sencillas –algunas de carrizo y postes de mezquite– adornadas con plantas de ornato y árboles frutales de la zona. No se nota que haya pobreza extrema y sí una urbanización del entorno.
En Ahome hay una fuerte presencia de mayos yoremes que aparentemente han ido abandonando sus tradiciones y costumbres, aunque están latentes bajo su aparente imagen mestiza-urbana.
La palabra mayo significa “la gente de la ribera”. La palabra yoreme significa “el pueblo que respeta la tradición”. A los mayos que no cumplen con sus compromisos comunitarios los llaman torocoyori, “el que traiciona”. Su lengua está emparentada con la lengua yaqui.
Visité el ejido Choacahui y observé su colorido caserío en medio del cual se ubica un local para las asambleas ejidales que ostenta el nombre de “General Lázaro Cárdenas”. Percibí el nerviosismo en sus habitantes como si estuvieran temerosos de que de pronto pudiera llegar gente con malas intenciones, pero los pobladores del ejido quieren tener una mayor calidad de vida y desean construir un templo católico y mejorar sus canchas deportivas.
La región mayo se compone de la zona norte de Sinaloa y la zona sur de Sonora. Se encuentra en su territorio una joya institucional de la que haré comentarios.
La Universidad Autónoma Intercultural de Sinaloa (UAIS), localizada en Los Mochis, cuenta con una rectora que posee un gran dominio para orientar el diálogo constructivo. Ella sorprende por su actitud de servicio y porque tiene un equipo humano sobresaliente. Lupita Ibarra Ceceña es doctora en Desarrollo Sustentable y es de armas tomar. En Choix, esta universidad tiene instalaciones en las que se imparte la carrera de Turismo Sustentable.
La doctora Lupita está entusiasmada porque su universidad recibió ya un permiso federal para contar con una frecuencia de radio que será de gran utilidad para promover la identidad cultural de los mayos yoremes.
Muy probablemente haremos una alianza entre esta universidad y la fundación Mundo Sustentable para establecer en Choacahui el Centro Holístico Mayo. Me despedí de ella y de su personal docente con el compromiso de regresar.
Había que retornar a Culiacán y la verdad sea dicha: son carreteras “calientes” las que comunican a los municipios sinaloenses. Mis nuevos amigos me hicieron saber de manera coloquial que en el camino nos podríamos encontrar con algún veloz convoy de lujosos transportes de miembros del cártel local de la droga.
Afortunadamente llegué con bien a mi destino en compañía de Esteban Castañeda, quien tiene especial interés en que se apoye a los mayos. Me quedé con un buen recuerdo de las personas que había conocido y con la imagen en mi mente del periodista Javier Valdez. En el anuncio panorámico, además de su fotografía, leí la frase: “No mates a los hombres”. Observé que nadie aparece como responsable del anuncio, seguramente por miedo.
