Los compadres de HMV
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Muchas aristas por abordar, muchos puntos negros por identificar, mucho por decir con la detención y luego liberación de Humberto Moreira en España. No es para menos, es el primer expresidente Nacional del PRI en más de 70 años… en pisar la cárcel.
Ya es intrascendente si es culpable o no. La gente ya lo condenó aquí y en todo México. Y no, no le podemos pedir ni exigir a los jueces españoles lo que no pueden hacer aquí las autoridades judiciales mexicanas. Pero, insisto, muchas ramificaciones que abordar. Hoy emprendo una de ellas, una de las más obvias. Aquella que dice a la letra que en política no hay lealtades ni amigos… sólo hay intereses.
El sabio refrán popular se ha cumplido una vez más a la letra. Con frialdad se ha cumplido.
Cuando su poder era completo y total, nadie se le resistía. Se le celebraban hasta el hartazgo sus bailes colombianos. Su cultura no daba para más, pues. Y cultura aquí entendida antropológicamente: modos de ser, modos de comer, modos de escuchar música, modos de ir al baño… es decir, cualquier manifestación del ser humano.
No sólo las expresiones artísticas, como ir al teatro, escuchar una ópera, visitar una exposición en una galería, leer un libro, etcétera. Sí, le gustaba la cumbia colombiana porque eso y nada más había sido su mundo, ¿qué hacer cuando se tiene el poder? Pues otorgarle las llaves de la ciudad como visitante distinguido al “rebelde del acordeón”… Celso Piña. Puf.
Ya luego, su poder fue mayor. De Alcalde de la capital de Coahuila, Saltillo, el brinco hacia la gubernatura fue un mero formulismo. Su poder, ingente. Presupuesto a manos llenas. ¿Cuánto? 37 mil millones de pesos. ¿Qué hacer con tanta marmaja? Llamar a Ernesto Laguardia para que “diera el norte”. Fue su imagen de Coahuila. En su Cuarto Informe de Gobierno, celebrado con pompa, boato y te deum en Hidalgo, Coahuila, lo acompañó “su compadre” Laguardia, Carmen Salinas y su “amigo” Celso Piña. ¿Lo fueron a visitar a la cárcel a España? A la “corcholata” Salinas la hizo “ciudadana distinguida” de Coahuila. Ya nadie se acuerda de estos “compadres”.
Por cierto, ¿sabe usted quién fue a su Informe? Un prófugo de la justicia gringa, al igual que Jorge Torres López, Eugenio Hernández, exgobernador de Tamaulipas.
También estuvo Rodrigo Medina, exgobernador de Nuevo León, con propiedades en todo EU y quien dejó endeudado a NL, más que Coahuila. Pues sí, fueron porque eran sus compadres del alma. Bueno, así lo decían todos los locutores de la radio y la televisión que en ese entonces alababan el “poder de convocatoria” del profesor jubilado.
Esquina-bajan
Cuando se casó por segunda vez, en 2007, —nadie lo recuerda pero mandó reformar el Código Civil de Coahuila para que ipso facto si usted se divorcia como él lo hizo, se pudiese volver a casar. Si mi memoria no me falla, tenían que pasar al menos dos años. Con la reforma, faltaba más, apenas en días—, sus compadres—padrinos fueron Carlos Salinas de Gortari y Manlio Fabio Beltrones. Ya luego hizo compadres a Juan Francisco Ealy Ortiz y al mismísimo cura Norberto Rivera Carrera. De haber conocido al Papa Francisco, no dude usted que también lo hubiese seducido.
Es amigo y compadre de su madrina, Elba Esther Gordillo, hoy tras las rejas.
Invitó a un bautizo a Carlos Romero Deschamps, líder petrolero y señalado como uno de los “10 mexicanos más corruptos”, según una lista de la revista “Forbes”. Lo anterior es vuela pluma, lector. Tengo un archivo impresionante de fotografías de todo mundo en materia regional con el jubilado de Humberto Moreira. Sonrientes y abrazados con él aparecen Salvador Hernández Vélez, Armando Luna, Luis García Abusaíd, Armando Guerra… ¿Cuántos de ellos corrieron a buscarle a España y presentarle apoyo y respetos? La amistad y compadrazgo terminan cuando la justicia llama a la puerta.
En fin, nada nuevo, voy de acuerdo, pero sí es sintomático y lo anterior se agiganta cuando pasan episodios como el que aún no termina para HMV. La política es ingrata, no bondadosa. En Coahuila se ha convertido en una maldición.
Si usted hurga someramente en la vida de los que ostentaron el poder político en los años dorados de HMV en la Alcaldía y luego en la gubernatura, notará algo común: familias fracturadas, todo mundo divorciado, hijos parasitarios, odios y rencores como pan cotidiano.
Letras minúsculas
Volveré al tema. Muchas aristas por abordar.