Lamentan pérdida de jugadora de VQueens

Compañeras recordarán con cariño a Tania Salas Torres, quien pertenecía al equipo de las VQeens Saltillo.

La chica siempre se caracterizó por ser una mujer extrovertida, alegre y efusiva, así la llevarán en sus corazones todas las personas que la conocieron.

El día miércoles Tania presentó complicaciones por su embarazo y esto provocó su fallecimiento; tenía dos hijos, por los que sus compañeras señalan que siempre luchó y vio por ellos.

Luis Rey, entrenador de las VQueens, expresó que fue un gusto haber conocido a Tania, pues ella estuvo en los inicios de este deporte de football bikini y era de las más dinámicas y entusiastas.

“Era muy alegre, dinámica, comprometida con el equipo, fuerte sin duda, una gran compañera, estuvo en los inicios de este deporte y siempre fue muy participativa y entregada”, dijo.

Sus ex compañeras en el equipo también nos dijeron que aprendieron de Tania, la describen como alguien única y admirable.

‘Era especial’
Angélica Garza dijo que era una mujer que siempre tenía energía, combinaba su labor de madre con la del trabajo y con la del equipo y nunca descuidó ninguna de ellas. “Tenía una personalidad diferente, no era como todas las mujeres, ella era especial, tenía una personalidad única, era muy directa, si te quería decir algo no se escondía, te lo decía en la cara, era lo padre de ella, súper efusiva y trababa de ayudar a los demás”, dijo.

Regina Molina es de las nuevas generaciones de las VQueens, pero le tocó convivir con Tania un campeonato y dice que aprendió mucho de ella, pues siempre estaba positiva. “Era extrovertida, la caracterizaban sus tatuajes además de su personalidad llamativa, siempre salió adelante, era tan alegre y extrovertida, siempre con ánimos de seguir, nunca estaba cansada pese a que tenía muchas responsabilidades”, dice algo nostálgica,

Aunque Tania ya no jugará más con las VQueens, siempre estará en los corazones de aquellos que la conocieron y que la vieron dar todo en su vida y en el juego.

Salas Torres, de 27 años, laboró como enfermera los últimos seis meses en la clínica donde dejó de existir. Le sobreviven dos hijos.