La nueva sangre al rescate
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Hace algunas lunas fui invitado por el Sistema Estatal de Radio del gobierno del Estado para una larga entrevista que se grabó con un fin: un homenaje que ya se produce en honor de mi amigo y maestro, don Armando Fuentes Aguirre. Asistí a la hora convenida para la grabación. Las instalaciones son buenas y modernas. De verdad, de primer mundo.
Diligentes, me atendieron la entrevistadora, Thelma Aguilar y en los controles maestros, tanto en producción como postproducción, un joven robusto con barba crecida, propio al hablar y pulcro en su trabajo.
Prepararon todo milimétricamente y allí estuve tratando de dar respuesta a las preguntas con miras a lograr un perfil verbal del maestro Armando Fuentes Aguirre. Pero, ¿a quién abordar: al cronista de la ciudad; al historiador al cual los historiadores “profesionales” miran de soslayo y con envidia; hablar del escritor, del periodista, del padre de familia, del amigo, del maestro…? Cosa nada sencilla, pues. Cuando terminé el diálogo con la señorita Aguilar, al empezar a intercambiar palabras con el licenciado de controles, grande fue mi sorpresa que ya conocía al joven. Bueno, lo conocía de niño. Es nada menos que Carlos Emilio Hernández, egresado de la Universidad del Valle de México, licenciado en Comunicación e hijo de un matrimonio que me dispensa una amistad de acero y roca, el periodista, editor y litigante Raúl Hernández Carrillo y su esposa, la maestra Leticia Escalera.
Caray, ya soy viejo (cosa buena por lo demás), apenas ayer saludaba a este jovencito en su casa cuando el profesor Hernández Carrillo siempre me invitaba a merendar y departir sana comida y charla con él y los suyos, y hoy, el joven sigue siendo joven, pero con talento, estudios y dedicación, ahora está al frente operativo de un sistema de radio. Da gusto que esta sangre nueva, este relevo generacional esté en lugares claves donde hace falta dinamismo, audacia y el hacer las cosas bien en homenaje por el trabajo, por hacer las cosas bien, vaya. Así de sencillo.
Y es que este joven, usted lo sabe, forma parte de un linaje escogido, una herencia de libertad, crítica y buena lengua en la radio. Vamos por partes, el joven Carlos Emilio Hernández es hijo del maestro Raúl Hernández Carrillo, quien por más de 29 años viene manteniendo un tabloide, una publicación que no ceja en su apuesta de criticar lo criticable del sistema político, amén de ofrecer lecturas variadas de cultura en sus páginas (por largos tramos de vida he colaborado en sus folios), es la reconocida publicación “Crónica de Coahuila”.
Esquina-bajan
Pero usted lo sabe, el maestro Hernández Carrillo ha colaborado en diferentes estaciones de radio y televisión en la entidad. Lo mismo ha tenido a su cargo noticieros completos, que ha sido editorialista de muchos de ellos. Estuvo en estas páginas de VANGUARDIA como analista en un lustro pretérito. Fruto de esas experiencias es la edición de su libro “Opinión Pública”, publicado en 2006. Selección de sus mejores editoriales. Pero aquí viene lo bueno: el profesor quien ahora se la pasa mitad de su vida litigando en los juzgados en temas de ayuda social no pocas veces, es hijo de Emilio Hernández Cárdenas, sí, legendario locutor de los fundadores de la afamada y muy nuestra radio XEKS y claro, de la XESJ.
Es decir, el joven Carlos Emilio es la tercera generación de una familia que ha tomado como vida ejemplar a seguir, la radio; la pasión por la radio, la locución, la producción y claro, las críticas, opinión y señalamientos en defensa de la gente, de los radioescuchas. Pez en el agua, el joven rodeado de toda esta suerte de aparatos modernos que son ahora la punta de la tecnología, en el momento de mi entrevista, ajustaba, monitoreaba, abría y cerraba el micrófono, recomendaba… puf. No poca cosa.
Lo he escrito un par de veces, a mí en lo personal, me seduce mucho la radio. No la televisión, sino la radio. He participado con comentarios lo mismo en la XEKS del maestro Jesús López Castro, que en la mítica SJ del líder de opinión, Antonio “Toño” Moreno. He estado en “La Reina”. También cuando existía Jaubert Tafich. Fui de los guionistas de un noticiero cultural que tenía bajo su voz Concepción Recio, en Radio Tec, cuando inició… el problema es que la radio es como una musa, me seduce inmediatamente y me siento tan bien contando cuentos y anécdotas, que ojo, tal vez ya escribiría muy poco con tal de estar diario en la radio. De este tamaño es el gozo.
Letras minúsculas
Se prepara un homenaje radiofónico a mi compañero de plana, don Armando Fuentes. Homenaje dirigido y producido por jóvenes talentosos. Ah.