La dama y el borracho

Entre Edith González sin un solo pelo en la cabeza y Alejandro Fernández a punto de vomitar frente a miles de admiradores en una de sus presentaciones, tuvimos una semana muy variada en el mundo del espectáculo nacional. Pero dejemos para más adelante al hijo de don Vicente y analicemos la situación actual de Edith, la rubia actriz quien se hizo muy famosa desde temprana edad gracias a su trabajo en la televisión. Cuenta la leyenda que ella fue descubierta entre el público de Siempre en domingo a principios de los años 70 siendo ella una niña increíblemente pálida, de ojos azules y recién llegada de su natal Monterrey.

Después de pasar por aquellos antiguos programas que llamaban “teleteatros” y de interpretar la etapa infantil de algunas protagonistas de telenovela, el primer trabajo en el que Edith González verdaderamente llamó la atención, fue Los ricos también lloran en donde encarnaba a María Isabel Salvatierra, la hija adoptiva de los personajes de Rogelio Guerra y Verónica Castro. Lo curioso de aquella antigua producción hecha en 1979 es que la primera parte es una historia y la segunda parte es la trama de otra novela que usaron para poder continuar la aire, debido al éxito arrollador que tuvo en montones de países.

Es justamente en la segunda parte de esta telenovela en la que aparecía Edith González ¡con el pelo teñido de negro! Pero después ¡oh sorpresa! resulta que contrataron a Christian Bach, recién llegada de Argentina para interpretar a “la verdadera madre” de María Isabel. Y como la Bach es más güera que el sol, ¡a teñir de rubia otra vez a la pobre de Edith! ¿Y cómo lo justificaron? Con un brevísimo díalogo donde Christian decía con fuerte acento argentino “Pero ¡déjame verte! ¿Qué te hiciste en el cabello? ¡Te ves muy linda!” y Edith contestaba “Es que yo quiero verme como usted, señorita”. Punto. ¿Así o más surrealista la televisión mexicana?

Con el paso de los años, Edith González hizo una fructífera carrera como protagonista de telenovelas, convirtiéndose en una de las figuras mexicanas más importantes a nivel internacional entre quienes consumen entretenimiento latinoamericano. Recientemente, la pésima noticia que a todos sus admiradores entristeció fue la declaración en la que hace del dominio público que le diagnosticaron cáncer de ovario, fase cuatro con pronóstico reservado. Pero ella no se deja vencer y se ha mantenido púbicamente con una actitud extraordinaria. “De salud estoy muy bien, sólo tengo cáncer” ha dicho. Además inició la campaña “Si yo puedo, tú puedes” para hacer conciencia en la prevención y tratamiento del cáncer.

Lo que más ha capturado la atención de esta nueva etapa en la vida de Edith González, además de su positiva y brillante actitud, es que ha aparecido en alfombras rojas, eventos y portadas de revista con su cabeza desprovista completamente de pelo. Con su hermoso rostro y con la imagen propia de una estrella consagrada, la protagonista de Corazón Salvaje está mandando muchos mensajes positivos dignos de resaltar. No solamente da esperanza de una vida plena y feliz a los enfermos de cáncer sino que destruye todas esas tonterías machistas que obligan a una mujer a sentirse hermosa solamente si posee una cabellera espectacular u otros atributos considerados erróneamente como indispensables para ser femenina y atractiva. ¡Vaya un gran reconocimiento a Edith González!

Y ahora sí, ¿qué pasó con Alejandro Fernández? Después de estar dando señales de ser la mejor opción para ocupar el lugar que Luis Miguel abandona como mejor cantante masculino de nuestro país, ahora salen escándalos que parecen promovidos por sus enemigos. Primero fueron vistos algunos videos en los que Fernández luce muy pasado de copas, comportándose con imprudencia en fiestas y en la vía pública. Y después, aparecen imágenes de una de sus presentaciones en donde está a punto de vomitar y se sale del escenario para no hacerlo delante de su público.

“La próxima vez que me den tequila en un palenque, que sea Herradura. ¡No un tequila rosa! ¿Quién tiene un tequila rosa?” dijo Alejandro Fernández indignado. Entonces los fabricantes de Tequila Pasión, patrocinadores del concierto, brincaron en redes: “Lamentamos que sientas que nuestro tequila te haya dado náuseas. El color rosa no infuye en su calidad.” A lo que agregaron “Conocer es no excederse” como para que entienda. ¡Por piedad, Alejandro! Te llevaste de encuentro hasta tus patrocinadores. Hay que tener cuidado cuando eres figura pública, la actitud y el comportamiento forma parte muy importante del producto terminado que le vendes al público.