Justicia Penal a prueba
COMPARTIR
TEMAS
“Lo detuvo una patrulla de la policía municipal y se lo llevaron mientras llamaba a su familia”, “iban en la carretera y los detuvo un retén militar, después ya no supimos de ellos”, “entró un comando de la Policía Estatal y se lo llevaron delante de su esposa e hijos”, “traían placas de fuera cuando iban de Francisco I. Madero a Torreón, fue la última vez que nos comunicamos con ellos”. Así podríamos seguir relatando un sinfín de historias terroríficas que con el paso de los días se volvieron rutinarias en una de las épocas más oscuras para Coahuila. A ello se habrán de sumar casos aún más dramáticos como el de Allende en marzo de 2011, donde desaparecieron alrededor de 300 personas de todas las edades sin que se supiera más de ellas.
La incertidumbre y dolor de las familias de desaparecidos nos deben mover a no olvidar estos crímenes y seguir clamando por justicia, aun cuando quienes están involucrados en ellos cuentan con que se diluyan en nuestra memoria, frustración y apatía ¿Quiénes cometen estas “desapariciones”? ¿Hay autoridades involucradas? ¿Cuál es la red de vínculos e intereses a las que no les interesa la vida de las personas?
En octubre de 2015, como una de las tantas noticias a las que ya estábamos habituados, aparecieron reportes sobre tres ganaderos de Zacatecas que aparentemente fueron “levantados” por la Policía Estatal de Coahuila y después aparecieron muertos en el libramiento Eliseo Mendoza. Este paraje incluso ha sido considerado como “zona de tolerancia”, ¿tolerancia de qué? De crímenes atroces.
La particularidad de este caso radica en ser el primero que llega ajuicio oral por desaparición forzada en nuestro Estado. A pesar de que Coahuila es el segundo Estado con más desapariciones a nivel nacional, es la primera vez que un caso de esta naturaleza se juzga públicamente. Desde la semana pasada en audiencia pública se han debatido pruebas en contra de dos policías estatales acusados de detener a tres personas que provenían de Zacatecas, a quienes en plena carretera se les detuvo en el libramiento Carlos Salinas de Gortari, se les esposó y así, maniatados, se les dejó en un paraje solitario en la madrugada sin que exista registro de su detención. Un día después, las tres víctimas aparecieron muertas.
Este juicio pone a prueba al Nuevo Sistema de Justicia Penal, la voluntad de acabar con la impunidad, la fortaleza en la investigación y persecución de delitos, la objetividad y conciencia judicial frente a una comunidad que reclama respuestas, el empuje de las organizaciones de desaparecidos para dar seguimiento a estos delitos. En fin, nos pone a prueba a todos como sociedad.
¿Será este caso un destello de esperanza para Coahuila de que por fin el sistema de justicia empiece a funcionar para castigar delitos aun cuando estén involucradas autoridades? Veremos y diremos.
Twitter: @chuyramirezr
Facebook: Chuy Ramírez