Jericó, Luna, Enrique Jr y Chema… Siempre no participan en proceso electoral
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Cuatro calefactos que al final no participarán por la candidatura del PRI a la Gubernatura de Coahuila
Saltillo.- Al vencerse el plazo ayer 4 de enero para dejar los cargos públicos quienes aspiren a participar en el proceso electoral 2017 en Coahuila, cuatro ausencias encienden las alertas y ponen de cabeza internamente al PRI: Jericó Abramo Masso, Armando Luna Canales, Enrique Martínez y Morales y José María Fraustro Siller -- “el Local, el Plan B, el Exiliado y el Negociador” – decidieron bajarse del tren de los calefactos.
Los cuatro eran cartas fuertes para buscar representar al tricolor para la Gubernatura en sustitución de Rubén Moreira Valdez, y todos en algún momento manifestaron su interés por esa candidatura, aunque en el caso de Fraustro fue más velada esta intención.
EL LOCAL
Jericó, diputado federal, es identificado desde hace años como el candidato más fuerte y popular, el natural, entre la ciudadanía en general pues además de arrasar en su elección para Alcalde de Saltillo el balance de su gestión es visto como positivo. Otro punto a su favor es que su imagen no está tan ligada con la actual administración estatal.
En los últimos años tendió puentes con importantes priístas en el Comité Ejecutivo Nacional, lo que le proporcionó fortalezas más allá de las comarcanas. Al mismo tiempo marcó cierta distancia con los cuadros dirigentes coahuilenses, incluso fue sutilmente crítico con el apoyo que la estructura estatal muestra hacia Miguel Riquelme, alcalde de Torreón y principal cuadro para la dirigencia estatal.
En su último informe de actividades legislativos a principios de diciembre pasado, Abramo Masso espetó: “…humildad para buscar unidad (en la candidatura para Gobernador) sin amenazas ni obsesiones… ¡Ojo con aquellos que se creen iluminados!”.
Exigió anteponer los intereses de los ciudadanos y del PRI por encima de los proyectos personales para así evitar derrotas en las urnas.
Al final, ofreció su mano para ser un factor de unidad del partido y no de rompimiento.
EL PLAN B
Cuando importantes cuadros priístas gestaron una rebelión contra la dirigencia coahuilense exigiendo “piso parejo” para la Gubernatura y apuntando sus críticas hacía Miguel Ángel Riquelme, la figura del diputado federal Armando Luna Canales fue ubicada mediáticamente como el “Plan B” de la dirigencia coahuilense, aunque miembros de su equipo señalan insistentemente que hay un severo distanciamiento entre Luna y quienes llevan la riendas en el Estado.
El señalamiento como “Plan B” está sustentado en que durante años el hoy Diputado federal ocupó los puestos de primera línea en el servicio público estatal pasando por la Secretaría de Gobierno y la Comisión de Derechos Humanos del Estado, entre otros cargos.
No son buenos tiempos para Luna, pues además de quedar fuera del escenario electoral hay una campaña de desprestigio y señalamientos en su contra que lo ligan a una investigación sobre relaciones con el crimen organizado, de las que el diputado ha sido reiterativo y enfático en que se trata de una campaña negra.
EL EXILIADO
Hijo del exgobernador y hoy Embajador de México en Cuba Enrique Martínez y Martínez, actualmente Enrique Martínez y Morales es delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en el vecino estado de Nuevo León, donde –dicen— se encuentra exiliado tras un rompimiento con los dirigentes priístas de Coahuila.
Tras buscar una Diputación federal y perderla, se rumora que los desacuerdos y revanchas contra el exgobernador fueron decisivos para que Martínez y Morales fuera “abandonado” y perdiera esas elecciones.
El delegado de Sedesol mantuvo abierta la posibilidad de buscar la Gubernatura de Coahuila este 2017, pero siempre condicionando “el piso parejo” en la elección interna.
EL NEGOCIADOR
José María Fraustro Siller, “Chema Fraustro”, diputado local y líder del Congreso, es un político de carrera con varios sexenios tanto en Coahuila como en importantes cargos a nivel federal, cuya principal característica destacada entre los políticos y analistas, es aplicar la diplomacia y conciliación.
Su mayor influencia en la política coahuilense fue durante el sexenio de Enrique Martínez y Martínez, en el que incluso se le mencionaba como la mano derecha del Gobernador. Luego hizo carrera firme en el servicio público federal donde ocupó una Subsecretaría en la SEP con Reyes Tamez.
Cuando se incorporó a la actual administración estatal se le vio como un elemento externo al equipo, quien llegaba para establecer contrapesos y acuerdos desde la Secretaría de Educación estatal… fue tan efectiva su labor, que se le consideró como la primera opción de los priístas para liderar la Legislatura coahuilense, donde actualmente se desempeña.
Ante el rompimiento interno de los últimos meses y una posibilidad de intervención desde el CEN del tricolor para designar candidato a Gobernador, se manejó su nombre para tratar de cicatrizar la rebelión interna y llegar lo más unidos posible a la elección.
