Globalización y dependencia
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La aceleración de la globalización económica en nuestro país inició hace cuarenta años y es hasta ahora se ha mostrado como es en realidad: con una dependencia de los países desarrollados
La depreciación paulatina y progresiva del peso que se viene presentando desde hace casi tres años es una muestra de la dependencia de las economías respecto a la globalización, porque al igual que nuestro país es el comportamiento económico reciente de América Latina y de los países emergentes; Rusia, India, China y Sudáfrica.
Pero sobre todo la dependencia hacia la economía de los países desarrollados de Norteamérica y Europa occidental, cuya dinámica histórica desde el último tercio del siglo XX impuso la expansión progresiva del capital a escala mundial, es decir que con la globalización la dependencia no sólo no se redujo sino que se amplió.
Por la volatilidad financiera generada por referéndum británico el 23 de junio, el 30 del mismo mes el Banco de México incrementó las tasas de interés pasivas de 3.75 a 4.25 por ciento, lo que contuvo la salida de capitales y por tanto la drástica depreciación del peso respecto al dólar, ya que inmediatamente después del Brexit del 23 de junio, el tipo de cambio alcanzó los 19.60 pesos por dólar, sin embargo en los días posteriores esto se revirtió hasta los 18.55 pesos por dólar.
La tasa de interés al ahorro tiene un efecto negativo en las tasas crediticias, así el pago de tasas pasivas se financiará con las tasas activas, de tal manera que, aunque el diferencial es muy amplio, éste se acentuará y afectará negativamente la demanda de mercancías consumo inmediato y duradero, pero sobre todo a los créditos empresariales.
Así la inversión directa nacional que genera empleos tendrá una tendencia negativa; esto se verifica con la tasa de crecimiento de la inversión fija bruta (maquinaria y equipo, construcciones no residenciales e instalaciones), que en abril tuvo una disminución de -1.6 por ciento y para junio se prevé de hasta un -4.5 por ciento.
Pero por otra parte, la depreciación señalada puede contribuir favorablemente a la inversión extranjera directa, sobre todo en el norte del país, en específico en Coahuila, por la reducción de costos de inversión. La dependencia también se expresa en la necesidad de inversión externa.
Una de las afectaciones más importantes a nivel mundial de los dos últimos años ha sido la apreciación del dólar frente a las monedas internacionales, esto debido al traslado de capitales a Estados Unidos para inversiones de más plazo y menor riesgo, aun con tasa de interés reducida. Más que la economía real, el capital financiero internacional es preponderante.
Lo anterior ha inhibido la competitividad del sector exportador estadounidense y por tanto la expectativa del crecimiento de esa economía para este año se ha reducido de 3 por ciento a 2.5 por ciento máximo. Dicha expectativa del PIB de Estados Unidos reduce por tanto la de México y el PIB se ubicará en poco más de 2 por ciento.
Menos crecimiento económico nacional y precios bajos del petróleo conllevan menos ingresos fiscales, de ahí la reducción del gasto federal en más de 31 mil millones de pesos y el incremento en precios del gas y gasolinas, y posiblemente de tarifas eléctricas, lo que aporta más a un menor crecimiento en este año.
Sin embargo, favorablemente a pesar de la depreciación paulatina del peso mexicano, la inflación no se ha disparado drásticamente, esto por el débil mercado interno y por los reducidos precios internacionales de materias primas por el magro crecimiento económico mundial.
Si la aceleración de la globalización económica inició hace cuarenta años, en la segunda década del siglo XXI ésta se ha mostrado ya como es en realidad, con una dependencia acentuada respecto a los resultados económicos de los países desarrollados, lo que a su vez se ven afectados por distintas variables tanto económicas –recesión y crisis-, como políticas-como el Brexit- y bélicas-como los conflictos impulsados por Estados Unidos y Europa en medio oriente y sus secuelas-.En esta dinámica globalizadora se encuentra la confusión para comprender las variables encontradas de la economía mexicana.