Frente a 'multas' los enemigos se unen
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Conforme van conociéndose detalles del dictamen sobre la revisión de gastos de campaña realizado por la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral, parece ir quedando cada vez más claro que, al menos en lo fundamental, existen realmente pocas diferencias entre los partidos políticos mexicanos.
Y es que de acuerdo con la información conocida en las últimas horas, los partidos políticos que hasta hace unas semanas se confrontaban —incluso de forma violenta—, o que hace apenas unas horas se lanzaban mutuamente acusaciones de haber violado la ley durante la pasada contienda, han decidido integrar un “frente común” para evitar ser sancionados.
Tal como se ha señalado anteriormente, una de las cosas que el dictamen de gastos de campaña parece dejar claro es que, al menos tratándose de campañas electorales —y de gastar dinero en ellas— todo el que puede hace trampa.
Lo anterior quedaría evidenciado al conocerse que el INE planea imponerle multas por 871 millones de pesos a los partidos y candidatos que participaron en los comicios del pasado 4 de junio, en las distintas entidades en las cuales se renovaron cargos de elección popular, de los cuales casi 100 millones se aplicarían a casos coahuilenses.
De acuerdo con el dictamen formulado por la Unidad de Fiscalización del INE, 151 candidatos habrían violado los topes de gastos de campaña —aunque no todos ganaron su respectiva elección—, razón por la cual algunos de ellos —entre los cuales se encuentra el Gobernador Electo de Coahuila— enfrentan el riesgo de nulidad de la elección.
La auténtica avalancha de sanciones económicas parece haber conducido a los partidos políticos a olvidar —al menos temporalmente— sus diferencias y a plantear a coro que los integrantes de la Comisión de Fiscalización del INE modifiquen cuatro de los criterios utilizados para realizar los cálculos con los cuales llegaron a la conclusión de que los partidos y candidatos gastaron más de lo permitido o que realizaron gastos que no reportaron.
Este último rubro, por cierto, es el que generó más de la mitad de las sanciones —550 millones del total— y uno de los que todos los partidos estarían tratando de combatir de forma conjunta.
Con independencia de lo que resuelvan finalmente los integrantes del INE, pocas dudas parecen quedar respecto de que los mexicanos padecemos a una clase política cuya principal característica es la falta de consistencia en su discurso, pues por un lado demanda de las autoridades mayor rigor en la fiscalización de los recursos, pero en cuanto aquellas cumplen con dicha demanda le exigen exactamente lo contrario.
Lo llamativo, desde luego, no es que en este momento los antiguos “enemigos” se unan, sino la razón por la cual lo hacen: porque todos buscan mantenerse en el territorio de la impunidad luego de haber sido sorprendidos incurriendo en los pecados que públicamente critican y que en campaña se comprometen a combatir.