Flores a las tumbas, tradición que decrece en Saltillo
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Doña Chelo, autoproclamada la vendedora de flores más longeva en los panteones, aseguró que la historia de hoy es muy diferente a la de antes, pero aún así vendedores de flores siguen defendiendo una de las tradiciones más grandes del país.
Saltillo.- Antes, la multitud de personas empujaba a vendedores al pie del panteón, peleaba por flores de los colores más vistosos y los servicios de limpiadores de tumbas, la historia hoy en día pinta muy diferente a la de ayer.
La competencia entre vendedores de arreglos florales ha cambiado, son más y aunque se ponen de acuerdo para respetar los precios, no falta un “vivo” que malbarate la mercancía y arrasen con ella.
Ramos de cempasúchil, la flor de temporada, se ofrecen en 20 pesos; la mano de león se vende a 25 pesos la pieza, de ahí en adelante se venden arreglos que van desde los 50 hasta los 300 pesos.
Doña Chelo llegó al panteón de Santiago por necesidad hace 50 años, desde entonces cada año ha sido fiel a su lugar improvisado con una sombrilla a un par de metros de la entrada principal.
La señora de 76 años de edad solía recolectar flor de cempasúchil en las huertas de Landín, pero todo se fue acabando y cada vez conseguirlas de forma natural se ha complicado; su edad y estado físico no son impedimento para seguir adelante e ir hasta el túnel de La Minita para comprar flor suelta por montones, ponerlas dentro de una caja y moverse en taxi hasta el panteón.
Desde ahí observa a sus compañeros, vio crecer a la mayoría de ellos mientras pelaba los ramos de las flores y era testigo de cómo año con año aquella multitud que la empujaba por montones al entrar al panteón se fue acabando.
Marian, otra vendedora del mismo panteón asegura que cada año ha ido bajando la venta de flores en general, a pesar de que son estas las mejores fechas para las ventas.
En panteón Santo Cristo la historia se repite, menos personas visitan el panteón y a esto hay que sumarle la ola de vendedores ambulantes que se posiciona sobre bulevar Valdés Sánchez.
Los precios no cambian, los ramos permanecen igual, la única diferencia es la variedad de flores y arreglos expuestos, Claudia Téllez y su familia se encargan de vender arreglos de flores artificiales justo en la entrada del panteón.
Vecinos de puestos cercanos aseguran que la gente sigue prefiriendo la flor natural, aunque se preparan con la tradicional flor de temporada, no dejan de producir los arreglos de siempre que van desde los 150 hasta 250 pesos.
