Fin de año 2/2
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Este fin de año terminó como inició: entre el caos, la abulia, el desdén, los escándalos, la corrupción, la violencia extrema que todo lo pudre. Nada nuevo, lector. Por cierto, ¿es fin de año o es año nuevo? Pues es totalmente intrascendente lo anterior. En este Coahuila podrido nada cambia. Nada va a cambiar. Y claro, recordando a mi hermano Reynaldo Ramírez García, éste siempre me decía y me advertía: “mira, Jesusín, la vida no se mide por fechas en el calendario, sino por acontecimientos”. Mi hermano unido a la eternidad claro que tenía razón en su teoría.
Puede ser 1 de febrero, 24 de abril o 19 de septiembre. Es intrascendente lo anterior. ¿En qué nos afecta? En nada. Absolutamente en nada. Pero ¿qué pasaría si usted pierde a un hijo, un niño de apenas tres años por agresión de un perro? ¿Qué pasaría si usted es atacado por un feroz perro y está en riesgo la movilidad de su mano cuando el mastín lo mordió mientras usted se defendía? ¿Le interesa festejar el Año Nuevo, le interesa celebrar la Navidad? Sin duda alguna, el acontecimiento ha modificado su vida y la de su entorno cercano. La fecha no tiene nada que ver, sino el terrible evento. La vida se rige por acontecimientos en su vida, señor lector, no por fechas en el calendario. La tesis de Reynaldo Ramírez se sigue cumpliendo a la fecha.
Y da igual que sea fin o inicio de año. Como el año antepasado (2015), hay feminicidios, hay ataques de feroces perros a ciudadanos. Y lo peor, hoy sigue habiendo muerte por ataques de perros, sigue habiendo muertes de féminas por su condición de ser mujeres. Las leyes de los Moreira en Coahuila son perfectas, lustrosas, para enmarcarse en un cuadro… pero en la vida real son basura. Los perros no las leen (si los perros fuesen inteligentes, sabrían leer.
Tienen instinto, no inteligencia. Ya quite usted de su vocabulario la anterior muletilla. No hay animal inteligente. Caray, y muchas veces los humanos tampoco lo somos), así como tampoco los varones que matan mujeres, tampoco las leen. ¿De qué sirven las leyes lustrosas y pulcras en Coahuila? De nada.
Terminamos el año como lo iniciamos. Iniciamos el año como lo terminamos. La muerte del niño de tres años, Íker, por el feroz ataque de un perro de la raza pitbull fue un ataque más, como las decenas que hubo en el año junto con la muerte del niño Jesús Salvador, de cinco años, en Monclova. Nadie hace nada.
Para el día jueves 8 de diciembre, VANGUARDIA dio la noticia de que otro perro había atacado a tres jovencitos. De apenas 11 años, Ángel Gilberto alcanzó a meter su mano izquierda para no ser mordido en el rostro por el animal.
Esquina-bajan
En este terrible contexto, usted ya lo sabe: en Piedras Negras, Israel Alonso Segura fue sentenciado a tres años y cinco meses de prisión ordinaria por decapitar a un perro de la raza chihuahua. Pero ese mismo día las autoridades dejaron libre a un… feminicida, a un asesino que mató de un balazo a su esposa. A Ernesto Rodríguez Rivera lo soltaron luego de estar en el Cereso por 11 años (expediente 167/2005). Le descerrajó un tiro a su mujer. ¿Ya lo notó? Usted mata un perro y son más de tres años de cárcel. Usted mata a una mujer y son apenas 11 años de cárcel. ¿Vale más la vida de un perro o la de un toro de lidia que la de una mujer?
Al parecer sí. En Coahuila sí. ¿Dónde están las hordas de millennials manifestándose por semejante aberración en materia de Leyes en Coahuila, cuando éstos sí se manifiestan y muestran una pesadumbre tremenda porque “maltratan” a los pobres “toritos”? Ya lo ve, lector, los jóvenes son harto manipulables, y el Gobierno, a través de la desinformación de Internet, los tiene cebados y aceitados en la ignorancia. Pero bueno, qué se les puede pedir a los jóvenes si están como avestruz viendo la pantalla de un teléfono “inteligente” durante 14 horas diarias. ¿Es más importante la vida de una pinche mariposa, un perro o un toro de lidia, a la vida de un niño de tres años o la vida de una mujer en plenitud?
En Coahuila sí. Lo voy a probar. Es de espanto lo siguiente, pero así tiene el Gobierno “educados” a los coahuilenses. En una encuesta de VANGUARDIA del día 8 de diciembre y a pregunta expresa de “¿Cuál considera que debe de ser el futuro del perro pitbull que mató al niño Iker de tres años?”: 675 dijeron que lo sacrificaran, mil 686 ciberadictos “opinaron” que no hay que inmolar al “pobre perrito”, hay que “rehabilitarlo y darlo en adopción”. Un mastín vale más que la existencia de un niño. Sólo aquí pasa y por ello, el PRI puede volver a ganar en las urnas. Coahuila terminó o inició el año como siempre. Sin rumbo ni sentido y los ciudadanos no exigen. ¿Ya se dio cuenta del tamaño de la influencia de Internet en la sociedad zombi de Coahuila? Puf.
Letras minúsculas
Por esto y no otra cosa, una vez más afloró el México bronco. No hay comida ni salarios dignos y aun así, la torpe idea de aumentar las gasolinas.