Familia Farías Barrera; tradición sobre ruedas
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La descendencia de Leandro Farías ha sido marcada por la adrenalina que sienten al estar sobre cuatro ruedas, sus nietos ya intentan seguir sus pasos.
Entre fierros, olor a gasolina y adrenalina, la familia Farías Barrera ha encontrado una manera de solidarizar esta núcleo, quienes dentro de los arrancones han descubierto una manera eficaz para mantener este gusto por el cuarto de milla, el cual viene desde varias décadas.
Marco Farías Pacheco, hijo del promotor y ex piloto de cuarto de Milla, Leandro Farías Ayala, es un gran armador y modificador de autos para calle, de colección y competencia y desde temprano conoció que su vida estaba relacionada con el deporte motor.
Esta enseñanza que ha obtenido de su padre, ahora la transmite a sus hijos, María Regina y Marco Farías Barrera, de 7 y 6 años respectivamente, quienes experimentarán la sensación del tirón que se percibe el pisar a fondo el acelerador, no de un auto convencional, sino de un Dragster menor de los bólidos profesionales.
Las carreras de autos en su modalidad de cuarto de milla, los ha mantenido unidos, háblese del abuelo, padres y hermanos, lo que ahora trata de hacer Marco es transferir la costumbre a sus retoños, situación que al lado de María Barrera, su esposa comparte, y que dentro de la recta, resulta un relajamiento.
Destacó Marco Farías que si la unidad logra estar en condiciones de ser utilizada de manera regular, cualquiera de sus hijos podría incursionar en la Temporada 2016 del Campeonato Regional de Cuarto de Milla, que se conseguir, sería la primera vez que un niño o niñas de su edad represente a Saltillo en esta clase de competencias.
Durante las últimas semanas dijo “estoy terminando de afinar detalles del Junior y buscando un lugar adecuado para que puedan enseñarse, pues es un carrito que levanta cerca de 90 kilómetros por hora y en una competencia, recorren distancias de 200 metros.
“Necesito que aprendan ciertas cosas para poder llevarlo, que se enseñen a alinearse y saber donde empezar a frenar pasando la meta, el que aprenda mejor es quien correar”, manifestó Marco Farías.
Hoy en día, la capital coahuilense carece de un lugar especifico para la practica del automovilismo deportivo, ante esta circunstancia, comentó que Ángel Mendoza, gerente de Dipsa y administradora del Autódromo Monterrey ofreció el apoyo a la familia para acudir los miércoles y utilizar el espacio a manera de practicas.
“Mi esposa María Barrera y un servidor emprendemos esta nueva esta con nuestros hijos, que será incursionar en la categoría Junior Dragster en el serial de Monterrey. Espero y todo se de, estoy muy emocionado de ver a mis hijos correr.”, manifestó, quien también corre carreras de arrancones en forma organizada.