Fallece doña Adela a los 102 años de edad
COMPARTIR
TEMAS
El secreto para llegar a esa edad —dijo alguna vez la oriunda de Viesca—, es llevar una vida tranquila
Saltillo.- A los 102 años de edad, el pasado sábado falleció doña Adela Vélez Adriano en el municipio de Viesca, Coahuila.
Todavía en mayo de 2015, ella fue festejada en el Día de las Madres por sus 52 nietos, 34 bisnietos y los hijos que aún le quedan, y por esa ocasión, VANGUARDIA le dedicó un reportaje.
En esa ocasión, a sus 101 años, compartió su secreto para llegar a esa edad. Reveló que no tiene dieta, porque los médicos le han dicho que no está enferma de nada, el secreto para llegar a esta edad es estar tranquila, a los niños les daba la doctrina, tenía escuelita para enseñarlos a leer y escribir.
“A mí todo me gustó, todo lo supe hacer, pero ya le digo, nunca tuvimos dinero, yo cocía, molía, hacía tortillas, porque entonces se acostumbraba a hacer tortillas a mano, hacer costuras, todo trabajo de casa”, dijo ese día.
Doña Adela es tía de Salvador Hernández Vélez, secretario general de la UAdeC, quien ayer compartió un texto ante el fallecimiento de su familiar. He aquí las palabras:
“Ayer, Día del Niño, falleció mi tía Adela (se llevó la niña que siempre fue), originaria del Pueblo Mágico de Viesca, Coahuila.
“En marzo pasado había cumplido 102 años. Durante más de medio siglo fue partera en Viesca. Hasta casi los 100 años vivió sola en su casa. Se mantuvo hasta esas fechas trabajando. Se mantenía haciendo curaciones y elaboraba flores y coronas que las vendía para el Día dos de Muertos.
“Además vendía manteles deshilados. Nunca usó lentes, hace todavía unos 10 años la veíamos enhebrando la aguja.
“Cuando cumplió 90 años fuimos a visitarla a petición de mi papá, que le dijo: ¿Cómo te sientes, Adela?, ella no respondió. Actuó. Se sentó en el suelo e hizo unas abdominales. Se levantó y dijo: “¿Cómo me ves, Jesús?”; nos quedamos impresionados.
“El día que cumplió 100 años entró al templo de Viesca, sin andador, sus hermanas menores que todavía le sobreviven, Lola, Rosa y Carmela, expresaron: ‘Y nosotras para caminar batallamos más que ella’. Además, le sobreviven sus hermanos —mis tíos— Cecilio y David.
“Siempre fue una persona muy alegre. Le gustaba cantar. Escribía poemas. No terminó la educación Primaria.
“Que en paz descanse mi tía Adela, ejemplo de vida”.