El espíritu del Chanfle se apodera de los pateadores y Seahawks y Cardinals empatan el encuentro
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En uno de los juegos más extraños de la temporada Arizona y Seattle empataron el juego en tiempo extra
Era uno de los juegos más atractivos de la campaña y se convirtió en uno de los más extraños que fue martirio para los pateadores de ambos equipos.
Seahawks y Cardinals empataron el partido a 6 puntos, el primero para Seattle en su historia y el tercero para Arizona.
Lo extraño es que en 1972 ante Filadelfia y en 1970 ante Kansas City, los Cardinals también lo empataron a 6.
Durante el transcurso del juego, las defensivas prometían un duelo de pocos puntos donde los pateadores acapararían los reflectores y no nos quedaron a deber. Lo hicieron pero de forma negativa.
El primero en llevarse las miradas fue el de Arizona, Chander Catanzaro en el segundo cuarto.
Sufrió un bloqueo de la patada pero luego tuvo su revancha minutos más adelante y logró un gol de campo de
de 46 yardas para el 3-0.
Las actuaciones de la defensa y el nulo poderío ofensivo de ambos equipos nos llevó al último cuarto, donde un bloqueo de patada sería el protagonista.
Una patada de despeje fue bloqueada por parte de Seahawks, y preparó el terreno para una patada de 40 yardas que realizó Steven Hauschka con el que Seattle empató el encuentro y lo mandó a tiempo extra.
En la primera serie ofensiva del tiempo extra, Chandler Catanzaro realizó su segundo gol de campo, ahora de 45 yardas para irse al frente 6-3.
La siguiente ofensiva, Seattle movió el ovoide con el ala cerrada Jimmy Graham hasta llegar a la 36 del campo contrario, ahí ya no pudieron avanzar más y Hauschka hizo el gol de campo para empatar a 6.
Con menos de 4 minutos los Cardinals realizaron una ofensiva que se quedó en la yarda 1 y decidieron patear.
La confianza de los equipos especiales de los Seahawks estaba por los cielos. Ya habían desviado un par de patadas y buscaban arruinar la "victoria segura" de Cardinals.
Catanzaro tenía la victoria en la bolsa pero mandó el ovoide al poste ante la mirada atónica de todo el estadio.
Ahora era el turno de Seattle donde consumieron el reloj hasta dejarlo faltando un minuto.
Decidieron correr el ovoide y con menos de 10 segundos entró Steven Hauschka para convertirse en el héroe del encuentro.
Centraron el ovoide pero sorpresivamente también falló su intento de gol de campo, algo inédito y poco visto en la NFL.
Con pocos segundos Cardinals no tuvo tiempo para otro intento y empataron el partido.
