El decoro de un Congreso
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¿Para qué sirve un Diputado? ¿Cuál es la labor sustantiva de un Congreso local y la de del Congreso federal? ¿Sirve para lo mismo un Diputado federal que un Senador? ¿Hay al día de hoy, en cualquier tribuna del país, un Senador, un legislador de la estatura y calidad humana y moral de don Belisario Domínguez (1863-1913), médico cirujano, quien se mantuvo de pie hasta el día de su muerte, ordenada por el dictador Victoriano Huerta, al que de plano y en su discurso impreso (que le impidieron decir en la tribuna) le dijo a boca de jarro, asesino? Por lo anterior, la más alta distinción que otorga el Senado de la República a un mexicano virtuoso, es la medalla “Belisario Domínguez”, desde 1952.
Pues sí, este era un hombre de talla grande. Tan alto y digno que aún hoy lo elogiamos. Pero ¿para qué sirven los diputados? ¿Se puede hablar del decoro de un diputado sólo por vestir con corbata, y ellas, con trajes tipo sastre, es decir, disfrazadas de hombres? ¿Dónde estaría el decoro, valor y amplitud de miras del Congreso, en especial el de Coahuila que se va a renovar?
Entretenido y no pocas veces con morbo, soy franco, sigo muchas ocasiones los debates parlamentarios en España. Lo anterior, desde que hace dos años y fracción aparecieron nuevas agrupaciones políticas en el horizonte ibérico, en especial el partido “Podemos”, con unos jóvenes echados para adelante, los cuales han animado el debate público y parlamentario español. Cuando los jóvenes diputados de “Podemos” colocaron camisetas de protesta en los respaldos de su curul, la Presidente del Congreso, Ana Pastor, les dijo: “Esto no es un tendedero, respeten las instituciones.”
En otra ocasión, el diputado José Antonio Labordeta y en el pleno, mandó “a la mierda” a los diputados del PP. El deslenguado Pablo Iglesias, líder de la agrupación política que trae de cabeza a España, cada vez que sube a tribuna usa expresiones coloquiales como “me la suda”, “me la pela” y “me la bufa.” Caray, así de animados andan en aquellos lares, una nación quebrada. ¿Aquí? Aquí el líder del Congreso local, José María Frustro Siller, el popular y efectivo “Súper Chemota”, ha mantenido con mano de hierro a un Congreso donde los diputados de oposición han sido de testa de avestruz. Nada puedo agregar que usted no conozca y de lo cual VANGUARDIA no haya dado cuenta puntualmente en sus análisis semanales. Es decir, y ya entrando en materia, va lo siguiente: para estas elecciones van 321 candidatos registrados para buscar 16 puestos de diputados electos y nueve de forma plurinominal.
Esquina-bajan
En traducción directa al cristiano es: un regalo. Ni hacen campaña, no gastan suela pidiendo el voto popular, no cargan niños mocosos y famélicos, no se suben jamás al ataúd rodante llamado “Ramos” y, vaya, no fingen estar con la gente. De nuevo y de corridito: 321 humanos buscan ser su diputado, sólo 16 van a ganar en la urna. ¿Para qué sirve un Diputado señor lector?, pues no de mucho, le doy la razón, pero tienen bajo su yugo dos cosas importantes: autorizar el gasto de cerca de 45 mil millones de pesos, que es el presupuesto anual de Coahuila, y luego palomear las cuentas a los gobernantes de que dicho presupuesto se gastó honesta y responsablemente. Para esto sirve un diputado.
Ya luego ellos dicen que autorizan leyes contra el suicidio, para proteger a los humanos de las mordidas de los perros, leyes que alerten sobre el “uso inadecuado de las nuevas tecnologías”, según dicho de la actual diputada que es de gris a oscura, Claudia Morales, o bueno, una diputada sugiere, obliga y promueve el uso de un pinchurriento moñito rosa en las solapas de sacos y blazers de los ciudadanos, para que esto “frene” la violencia contra las mujeres o el cáncer de mama. No se ría, es “idea” de Verónica Martínez, “líder” del PRI. Diputada que gana 113 mil pesos mensuales. Por esto es importante que usted elija a su nuevo diputado.
Ya me acabé el espacio, pero regresaré al tema. Puntos rápidos: por el Distrito XIII, va por el PAN Deyanira Samperio. En un volante bastante insulso que dejaron de su equipo en mi residencia sólo habla de vaguedades en sus propuestas: “Hospitales equipados, con medicinas y médicos preparados.” ¿Cómo lo va a realizar? Sólo ella lo sabe. Por este mismo Distrito va por el PRI, Jaime Bueno; el cual jamás, jamás hizo nada a favor de tanto suicida cuando era Director del DIF (sólo en la región ya van 37). Una nulidad. Por el Distrito XVI, el granero de votos, va mi amigo Samuel Rodríguez Martínez, quien va a ganar. Pero, ¿sabe quien le está poniendo piedras en su camino? El propio PRI. Aquí compite el abogado Eduardo Pacheco, quien en su primera actividad fue a rezar y orar… frente al Congreso. Puf.
Letras minúsculas
Espere la segunda columna recargada donde aparecerán de nuevo Samuel Rodríguez, Eduardo Pacheco, José Luis Oyarzabal, Humberto Moreira, Javier Díaz, Bernardo Flores…