Día de la Mujer 2/2
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Las leyes de primer mundo de México y Coahuila distan mucho de ser leídas y acatadas por el grueso de la población. Si la ley no se aplica, es letra muerta. De nada sirven leyes lustrosas y perfectas cuando la inoperancia de la regla es manifiesta. ¿Cuánto cuesta la vida de una niña/mujer en plenitud y aquí en Coahuila? 9.90. Nueve pesos con noventa pinches centavos. Esto es lo que vale la vida de una mujer con celebración o sin ella en el pomposo, ampuloso Día Internacional de la Mujer. Dicho día fue el pasado 8 de marzo, cuatro fechas después, y en este paraíso de los Moreira que habitamos, una niña casada de apenas 17 años, Cinthia (calle Golondrinas 115, colonia Nuevo Mirasierra), fue golpeada por su esposo.
Las crónicas hablan de que su cónyuge, Jonathan Alejandro, agarró a golpes a la niña/mujer y la arrastró hasta la sala. Le pateó el estómago. Madreada, vapuleada y, claro, hecha un mar de llanto, no fue a la Secretaría de la Mujer, no fue al DIF, no fue al Centro de Empoderamiento femenino (¿alguien sabe lo que significa esta tan rimbombante oficina y a qué se de dedica?), no fue al Congreso Estatal a entrevistarse con el exdiputado y bulto, Javier Díaz, o con la infanta Verónica Martínez, para que éstos fuesen a su casa y le explicaran de las bondades de las leyes perfectas a su esposo golpeador; no fue a la Secretaría de la Juventud con Carlos García, no fue a la Secretaría de Salud con Jorge Verástegui, no; fue al cuarto de baño de su casa, tomó un litro de cloro y lo bebió para suicidarse. ¿Cuál de todas las dependencias ya tomó cartas en tan delicado asunto? Pago sin ver, ninguna.
No es gratuito, entonces, que los días de celebración en el calendario sólo son motivo para discursos y palabrería huera por parte de políticos como Verónica Martínez, Francisco Tobías, Jorge Verástegui, Carlos García y un largo etcétera, pero en la vida real nada funciona. El gozo se va al pozo con rapidez y premura en Coahuila. El domingo 12 de marzo, tres ancianas, dos hermanas y quien les asistía, fueron asesinadas en su casa en Múzquiz, Coahuila. Candelaria Obregón de 80 años, Rosa Obregón de 70 y su amiga y colaboradora, María Elena Sánchez de 69 años. Fueron masacradas a golpes y cuchilladas. Una tragedia, una brutalidad de una bestia carnicera, no de un humano. Eran mujeres, eran ancianas en este paraíso. Hoy están muertas. El día 13 fue encontrado el cuerpo de una mujer en Felipe J. Mery y Luis Echeverría. María de los Ángeles Martínez de 50 años. ¿Ahogada en un litro de agua? Vea usted las fotos, vea el “arroyo” donde la encontraron. Cuadre usted su rompecabezas.
Esquina-bajan
No celebro casi ninguna fecha. Y cuando lo hago, es de manera muy personal, una celebración casi monástica de ello. Una oración, una reverencia y ayuda y colaborar de frente si puedo. ¿Un pichurriento moñito rosa en la solapa de priístas va a detener tanta violencia en contra de las mujeres con los ejemplos ya citados? No. Pero es la “estrategia” que ponen en práctica gente como Verónica Martínez del PRI. Según datos del Inegi, se ha reducido la esperanza de vida de las mujeres en los últimos años. Pasó de 79 a 75. El salario de las damas sigue siendo inferior al del hombre. Más de 78 mil niñas de entre 12 a 17 años ya están casadas (Cinthia, el ejemplo arriba deletreado), lo que representa poco más del 1.2 por ciento de la población.
¿Y si traemos el Festival de Cortos del cual le hablé y reseñé la columna pasada y lo transmitimos varias veces y ejemplificamos que una mujer puede hacer eso y más, servirá como motivación y formaremos mujeres intelectuales, libres y grandes cineastas? Lo dudo. Una mujer no quiere un par de botas industriales, escuchar todo el día a Philip Glass, usar ropa idéntica a un varón, leer a Friedrich Nietzsche y discutir sobre la Cábala. No (aunque sí las hay. Y éstas no buscan varón, sino a otra mujer). Una lady de nuestros días que busca una “beca” más o menos buena y longeva (varón con cartera) habita ese paraíso llamado Instagram. Aquí no se sabe de leyes, sino que se enseñan, venden e intercambian cuerpos. Lo menos vestido posibles.
Increíble, prohibido mostrar pezones, pero sí fotografías con contenido sexual y denigrante. Hay poco más de 600 millones de personas “viviendo” en Instagram, más del 65 por ciento son mujeres. Usted ponga en su motor de búsqueda de Google “Instagram” y “women” y vea en segundos los resultados: “brunette”, “most beautiful”, “hottest”, “small”… ¿La cosificación de la mujer? Ellas, las habitantes de este mundo, ni saben lo que es. Ni les interesa. Son bellas y un cuerpo bello y unos labios carnosos abren las puertas del espectáculo y la cartera de los varones. “En promedio se estima que durante los últimos tres años (2013-2015) fueron asesinadas siete mujeres diariamente en México” (Inegi. 23 noviembre 2016). Iniciando el milenio, 2001, el índice era de 3.5.
Letras minúsculas
¿Cuánto vale la vida de una mujer en Coahuila? 9.90 pesos. Es lo que cuesta el cloro para suicidarse. Nadie hace nada. Pinche vida.