¿Después de la denuncia qué?
COMPARTIR
TEMAS
Se dice y se repite: México se encuentra estancado en un proceso trunco de transición a la democracia con sus altibajos. Un logro de ello es una sociedad más atenta, crítica y participativa para denunciar tantas fallas e injusticias. Un elemento que contribuye a ello es la irrupción de las redes sociales en el escenario político. Gracias a las redes no existe político que abuse del poder y quede a salvo de señalamientos, críticas y denuncias. Falta eso sí, y mucho, que la justicia actúe en consecuencia.
Aunque este avance es un logro en la cancha nacional, sorprende que en muchos Estados y Municipios se sigue anhelando esa libertad básica: señalar injusticias, abusos, corruptelas y violencia cuando lastiman a la sociedad. En México, la democracia camina despacio y a paso diferenciado. Mientras en unas regiones avanza, en otras retrocede.
Empieza a hacerse evidente que esta nueva sociedad que denuncia y señala, carece de articulación y de organización motivo por el cual sus acciones se pierden por ineficaces o, sencillamente, no actúa para resolver las adversidades que se contenta con señalar y criticar. En esta democracia aguada, los ciudadanos nos hemos vuelto expertos en señalar, denunciar y criticar y cada día son menos los ciudadanos atemorizados que callan, disimulan o voltean para otro lado, frente a las diversas agresiones gubernamentales.
Tras diecisiete años de alternancia, son pocos los logros obtenidos a resultas de esas denuncias, críticas y señalamientos. Estamos hartos de la creciente desigualdad entre ricos y pobres, de la ineficiencia gubernamental, de la inseguridad, de la violencia, de la corrupción. Señalamos esas lacras con valentía, pero somos muy poco eficientes para combatirlas, mediante la prevención primero, y luego en el combate y sanción.
¿Para qué nos sirve señalar y denunciar males si no alcanzamos nuestro objetivo real: transformar México para bien, adecuar nuestro marco legal a nuestra realidad y a nuestro proyecto de nación, adecentar y eficientar la vida política, social y económica?
Para resolver cualquier problema debemos empezar por detectarlo y conocerlo a fondo. En los asuntos que dañan a la sociedad, la denuncia siempre es positiva. Pero detectar el problema no basta, es preciso hacer un diagnóstico acertado y entender el fenómeno para tomar las medidas adecuadas y eficaces que lo resuelvan.
Bajo principios democráticos, a un buen diagnóstico deberá seguir una propuesta de solución nacida de la comprensión del problema y comunicada a los ciudadanos, mediante una estrategia de socialización y a veces de tropicalización.
Obtenido el consenso social, la propuesta se transforma en ley y en política pública.
Ya son muchos los mexicanos que ejercen su derecho a la crítica y eso es bueno; necesitamos ahora muchos más para las etapas posteriores, de diagnostico, propuesta y seguimiento.
Urgen a México y a Coahuila ciudadanos expertos, comprometidos y apasionados en innumerables asuntos, como el agua, la pobreza, el medio ambiente, el ordenamiento territorial, la innovación, el comercio, la seguridad, la justicia, los derechos humanos, el campo, el trabajo, la integración regional y muchos otros más. Mexicanos expertos y apasionados dispuestos a organizarse en gremios. Dispuestos a detectar problemas, diagnosticarlos, comprenderlos, proponer soluciones y llevarlas de la mano hasta convertirlas en políticas públicas y en legislación. Deberán, por último, estar dispuestos a coronar su trabajo socializando y capacitando a ciudadanos y servidores públicos. Sólo así avanzaremos y dejaremos atrás esta democracia aguada.
La crítica por sí sola no resuelve nuestros problemas.
Twitter: @chuyramirezr
Facebook: Chuy Ramírez