Depositan en Museo del Desierto de Saltillo plantas del desierto decomisadas
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Se trata de 44 cactáceas de la especie Astrophytum myriostigma, conocidos como bonetes de obispo y 92 agaves de la especie Agave victoriaereginae, llamadas popularmente como noas.
Un total de 136 ejemplares de flora del desierto fueron entregados en depósito administrativo al Museo del Desierto por parte de la Profepa a través de la firma del acuerdo, se trata de especies en peligro de extinción y amenazadas, las cuales fueron incautadas en Parras de la Fuente debido a que sus propietarios no avalaron la procedencia legal de las mismas.
Se trata de 44 cactáceas de la especie Astrophytum myriostigma, conocidos como bonetes de obispo y 92 agaves de la especie Agave victoriaereginae, llamadas popularmente como noas. La entrega la hizo el delegado de la Profepa en Coahuila, Raúl Xavier González Valdés y el director del Museo de las Aves, Arturo González.
El director de esta institución comentó que el museo responde con agrado ser el depositario debido a que es de vital importancia la conservación de estos ejemplares ya que se encuentran enlistadas en la Norma Oficial Mexicana, NOM-059-Semarnat-2010, en las categorías de especies en peligro de extinción y amenazadas.
“No hubo personas detenidas en ese momento, pero sí se abrió un procedimiento administrativo el cual conlleva a una denuncia penal en el cual en el sistema de justicia penal acusatorio se está llevando a cabo”, comentó el delegado González Valdés.
El representante de la Profepa manifestó que algunos de los ejemplares incautados tienen más de 40 años de edad, ante eso señaló como complicado regresarlos o reinsertarlos en su entorno natural por lo que optaron por entregarlas en depósito de resguardo al museo. Agregó que en el mercado negro pudieran alcanzar un precio de hasta 500 dólares por ejemplar.
“Están en depósito aquí para poder asegurar su supervivencia en primera instancia y obviamente buscar en un futuro la reinserción en los casos donde sea posible y en las que no trabajar ahí en la semilla para tratar de lograr la reproducción”, explicó el funcionario federal.
Respecto a la pena que pudieran recibir quienes sean declarados como culpables de haber sustraído y comercializado estos ejemplares, Raúl Xavier González apuntó que son muy variables ya que están sujetas a diversos factores, en cuanto a la pena corporal señaló que pudiera ser de hasta nueve años de prisión.