¿Cómo hacer que tus hijos dejen de pelear?

¿Quién no se ha peleado con alguno de sus hermanos? Creo que todos los que tenemos hermanos hemos pasado por eso. Aun así, siendo adultos el reconciliarse con ellos es algo que depende de la maduréz con que se asuma el conflicto, la gravedad del problema y el afecto que los una, sí, porque a veces hay hermanos que se quieren más que otros.

Sin embargo, cuando se es niño, resolver los problemas que surgen entre hermanos es quizás una situación en la que los padres deban poner manos en el asunto, sin hacer mucho “drama” de los mismos.

Los problemas entre hermanos surgen por competitividad, celos o por simple y sencillo aburrimiento y deseos de molestar al que se tenga cerca. El punto es —como expuse arriba— que no hay que ponerle mucho color al asunto, ya que solo forma parte de la preparación para la vida adulta; así que no merece la pena darle más importancia de la que tiene.

¿Y la razón de las peleas?

Siendo que en su gran mayoría las discordias entre hermanos aparecen entre los 5 o 6 años, el asunto va sujeto a la reafirmación de su pequeña identidad, por tener la atención de los padres y además por poner a prueba las reglas y límites del hogar y los padres.

¿Que si como padres tus hijos te están probando? ¡Ah! Sí que sí, y no ha sido la primera vez que ésto ha sucedido. Los chicos están probando hasta dónde pueden llegar con sus hermanos, saben que si pega o coge lo que no es de él, puede llegar a recibir lo mismo de parte de su hermano.

Es por ésta razón que los padres deben ponerse al tanto de la situación y poner reglas claras para que la convivencia en casa no se haga insoportable, entre más rápido lo hagan, mucho mejor.

Quizás esté de más señalar lo que los padres deberían hacer para ayudar a sus hijos en sus relaciones sociales, pero como siempre digo: “lo que bien se aprende, no se olvida”, por eso a continuación hallarás algunas reglas que puedes implementar en la educación de tus pequeños.

Crianza rica en valores 

Es esencial, lo sabes de sobra, educar a tus hijos valores tales como el respeto, honestidad, sinceridad y todos los que consideres relevantes y que le ayuden a tu niño a ser mejor persona y que por sobre todas las cosas le ayuden a tener una convivencia en paz con los demás y con él mismo.

Enseñar autocontrol

Es algo quizás un poco más complicado de inspirar el autocontrol aún así, quien logra controlar sus impulsos podrá decir que su voluntad es férrea y le será más sencillo no tener arranques de ira, eso le evitará un sin número de problemas y malos ratos.

Es vital que sepan que tienen derecho a estar molestos, tristes, que tienen potestad para expresar su inconformidad, pero que incluso expresar esas emociones requieren de mantenerse bajo control para luego no caer en arrepentimientos por lo expresado en medio de un impulso de rabia.

Incentivar el perdón y la responsabilidad a la hora de reconocer sus fallas

Perdonar le liberará de cargas emocionales y rencores, mientras que asumir la responsabilidad de sus actos le hará fuerte y maduro, cualidades que pocas personas tienen ahora y son sumamente apreciadas.

Es importante que sepa que los actos traen consecuencias 

Esto hace parte de ser responsable. El niño debe saber que siempre que haga una elección (la que sea) esa acción tiene como respuesta una consecuencia, por ello es necesario que procure actuar de manera correcta, de lo contrario, los resultados de sus actos traerán consigo una reprimenda.

Hablar es mejor que pelear 

Como diría mi mamá: “hablando se entiende la gente”. Es justo que sepa que el camino más directo para una convivencia armónica es ser claro y expresar con calma lo que se siente y buscar la solución a los problemas por medio del dialogo.

Cambios en el hogar

Es normal que si la familia está pasando por una etapa crítica, eso podrá alterar el comportamiento de los niños.

Un cambio de aire es genial para todos

A veces la rutina y el encierro hacen que los niños vivan en estado de tensión. Un niño que se divierte es un niño feliz, lo mejor es que no se requiere mucho: una salida a un parque, helado y mucho juego resulta un remedio para los problemas de convivencia entre hermanitos.

Los niños por ser niños pelearán, discutirán y se amarán siempre, es más, te sorprenderá la capacidad que tienen para resolver los problemas más rápido que nosotros los adultos, solo requieren un poco de atención y paciencia de tu parte, disfruta de su infancia y sé feliz.